Ciudad de México

Importantes figuras políticas, como el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, culpan al gobierno de López Obrador de haber facilitado la muerte de miles de mexicanos, por su exceso de la confianza frente la amenaza mundial del COVID-19. Lo cierto es que llevan al menos siete meses diciendo que la pandemia “ya está acabando”, y ahora con la llegada de las primeras vacunas se proclaman vencedores del coronavirus, aunque todos los expertos coincidan en que el anticuerpo no terminará con éste.

Y es que ahora el ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, proclamó que el pasado miércoles 23 de diciembre quedó grabado como “el principio del fin de la pandemia” de COVID-19 en México, expresión triunfal respaldada por el Gobierno Federal de Andrés Manuel López Obrador, al recibir las primeras 40 mil vacunas.

Cuando el virus llegó al país, el 28 de febrero pasado, el régimen de la Cuarta Transformación dejó en claro que su gobierno no obligaría a persona alguna a protegerse del COVID-19, y que incluso jamás cerraría sus fronteras. Unos meses después, el presidente aseguró múltiples veces que la epidemia “empezaría a terminar” en junio, y que lo hospitales jamás se desbordarían.

Hoy, México está al borde de un escenario dantesco, con varias ciudades, incluida la capital del país, con los hospitales a punto de colapsar, y después de una temporada navideña en las que los ciudadanos dieron por terminada la amenaza y se aglomeraron en tiendas y calles, se espera un estallido de contagios apenas en las primeras semanas de 2021.

Inexplicablemente, ante esta realidad, el canciller Ebrard decidió dar estas declaraciones triunfalistas, aunque la vacuna que se administrará recién a mitades del próximo año al grueso de la población sólo es efectiva contra las primeras cepas del COVID-19, y una nueva variedad ya está invadiendo Europa y para junio lo más probable es que existan otras tantas más y ya hayan llegado a territorio mexicano, con lo que los beneficios de la vacuna son sumamente dudosos para la población en general.

Nuestro país fue el primero de América Latina en recibir la vacuna contra el SARS-CoV-2, fabricada por Pfizer- BioNTech. El 23 llegaron 42 mil vacunas y mañana llegarán otras tantas, pero el lento proceso planeado por el Gobierno Federal planea tomarse los próximos tres meses par vacunar sólo al personal de salud, y de ahí comenzar la vacunación progresiva conforme edad, para recién comenzar a ofrecer el anticuerpo a los menores de 40 años (la mayoría absoluta de los mexicanos) en junio de 2021.

La versión de que la vacuna terminará con la pandemia parece ser una falsa promesa de campaña que los aspirantes a los miles de cargos que se jugarán en las próximas elecciones, pertenecientes a Morena, ya están posicionando frente a la opinión pública.

Desafortunadamente, los expertos advierten que esto podría traer consecuencias fatales para la población mexicana, la que cuenta con la mayor letalidad frente al COVID-19 en el mundo.


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