Morelia, Michoacán
Mientras estados vecinos le apuestan al desarrollo y generación de empleos, en Michoacán sigue imperando la falta de Estado de Derecho, lo cual ahuyenta la inversión privada, comentó Carlos Alberto Enríquez Barajas, presidente de la Asociación de Industriales del Estado de Michoacán A. C. (AIEMAC).
En entrevista para Primera Plana, el representante empresarial dijo que las constantes tomas de las vías de comunicación (autopistas, calles y vías férreas) mandan mensajes de incertidumbre a los inversionistas.
“Hay estados vecinos que se están desarrollando, generan riqueza y empleos, que son nuevas oportunidades, viven un círculo virtuoso, mientras en nuestro estado vivimos situaciones que no alientan a la inversión”.
Aunque manifestó no tener claras cuáles son las peticiones de los dos grupos que se han manifestado y cerrado intermitentemente las vías del tren en diferentes puntos de Michoacán en los últimos días (normalistas y centistas quienes piden resolución de promesas pactadas con la Federación y el Estado), el empresario local se mostró confiado en que se resolverán sus demandas.
“Nosotros no tenemos claras las demandas y negociaciones que están en curso, pero sí tenemos claro que las vías férreas son federales y las demandas son de carácter federal, confiamos en que haya interlocución para lograr acuerdos”.
Enríquez Barajas recordó que durante el 2019, las tomas en las vías férreas de Michoacán duraron 62 días acumulados, con un lapso mayor de 12 días ininterrumpidos, lo que generó pérdidas multimillonarias para las cadenas productivas.
Recordó que el 2020 llevaba un buen curso, hasta la toma de últimos días que han protagonizado normalistas y centistas. “Hasta junio de 2020 contabilizábamos tomas que sumaban tres horas y 15 minutos, cada día que se interfieren las vías del tren, se pierden entre 30 y 50 millones de pesos”, finalizó.
Desde el lunes 21 de septiembre, la CNTE y grupos normalistas han tomado en ratos totalmente y en otros intermitentemente, las vías del tren en sus tramos de Pátzcuaro, Maravatío, Nueva Italia y Caltzontzin, mismos que han derivado en diversos enfrentamientos entre policías y manifestantes, estos últimos no desisten y siguen apareciendo en las vías para frenar al ferrocarril y exigir a las autoridades que sus demandas sean atendidas.
