Morelia, Michoacán – Juan Antonio Magallán
Dejar de trabajar, comprar bienes raíces, hacer negocios, ayudar a su familia y a gente de escasos recursos, construir una iglesia, son parte de las acciones que harían morelianos si se ganaran uno de los 100 premios de 20 millones de pesos que rifarán este 15 de septiembre en la Lotería Nacional.
Primera Plana realizó un sondeo en colonias populares de la capital michoacana para conocer las impresiones de las y los morelianos en torno a la peculiar e inédita rifa, organizada por la Federación.
Dejar de trabajar
Mario de 62 años que ha dedicado toda su vida a ornamentar casas con yeso, simple y llanamente dijo que de ganar el premio, “dejaría de trabajar”, aunque expuso no haber comprado su cachito, ya que casi no juega la lotería, pero sí deseó suerte a los cuatro millones 179 mil personas que adquirieron su boleto.
Comprar casas
María de Jesús de 45 años resaltó que el dinero lo invertiría en terrenos y casas para sus tres hijos, aunque en realidad consideró que la rifa es “una tapadera” del gobierno de México para desviar la atención pública de los verdaderos problemas del país: inseguridad, violencia y falta de atención a la pandemia de COVID-19.
La estudiante de Ingeniería en Sistemas, Andrea Carillo dijo que el futuro está en las bienes raíces y de ganar el premio de 20 millones compraría casas y terrenos.
Invertir en grandes negocios
Para José Luis de 43 años, quien administra una tortillería, la prioridad es su familia y su negocio, por lo cual no dudaría en invertir el premio en crear más negocios que le permita tener solvencia económica.
“El asunto ahorita está bien difícil no se puede malgastar dinero, para ganarlo cuesta mucho, trabajándolo honradamente, no trabajando honradamente pues claro que es fácil, con la pandemia COVID-19 todos andamos al día, muchos negocios han cerrado, a mí en particular las ventas se me cayeron en un 30 por ciento”, aludió.
Construir una iglesia cristiana
Rafael de 69 años es herrero y cristiano, dice que de ganar el premio, se lo gastaría en construir una Iglesia Cristiana Evangélica para predicar la palabra de Jesús, para enseñarles la luz a las personas que “andan en tinieblas”.
“Hay personas que se dicen católicas y se les permite que sean borrachos, fornicarios, rateros y el sacerdote no se mete, pero una iglesia Cristiana, el pastor te enseña y te invitan a hacer una cambio en tu vida, yo haría eso, invertir en un templo”, refirió con una sonrisa reflejada en los ojos, ya que portaba cubre bocas.
Apoyar a quienes menos tienen
Luis de 38 años, quien se dedica a la costura, dijo que de ganar 20 millones de pesos los compartiría con quienes menos tienen, toda vez que existen millones de personas que por diferentes discapacidades, no pueden valerse por sí mismos.
“Como yo no necesito tanto dinero, lo compartiría con quienes no tienen capacidad para trabajar. Como ser vivo y habitante del país veo que el gobierno es un hipócrita, en todos lados, sea Venezuela, Colombia, México, Estados Unidos, todos buscan el poder sin resolver necesidades, entonces con ese dinero resolvería necesidades de quien pudiera”, dijo.
Esas son las opiniones de morelianos sobre qué harían con 20 millones de pesos, toda vez que la tarde de este 15 de septiembre serán rifados 100 cachitos ganadores del premio.
La rifa de los 100 premios de 20 millones se deriva de una acción gubernamental con la cual, la Presidencia de México busca vender el avión presidencial “José María Morelos y Pavón”, un Boeing 787-8, imposible de conseguirlo en dos años.
En un primer momento se rifaría la aeronave, se generaron una serie de polémicas, se optó por dar premios semejantes al precio del avión, cuyos recursos emanarían del Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado. No obstante las ventas apenas llegaron al 69.5 por ciento, al vender cuatro millones 179 mil de los seis millones disponibles.
Analistas de la talla de Ricardo Raphael han señalado que la venta del avión presidencial fue un pésimo negocio, al señalar que fue una buena idea, pero con pésima ejecución, ya que no se obtendrán los recursos necesarios para cubrir el costo del avión y además, se tendrán que pagar los premios, que se pagarán con recursos del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, que podrían haber sido usados para temas nacionales más urgentes.