Fotos: ACG

Liliana Jiménez – Morelia, Michoacán

Con enérgicas protestas, familiares, amigos y vecinos del joven Julio César, abatido el miércoles pasado por un policía adscrito al gobierno de Morelia, en el fraccionamiento Jardines del Toreo, le exigieron al alcalde Raúl Morón que se haga justicia y castiguen al o los responsables.

Los deudos de Julín, como era conocido Julio César Chagolla, irrumpieron minutos antes en la plaza “José María Morelos y Pavón”, comúnmente conocida como El Caballito, con pancartas y exigiendo justicia por medio de fuertes consignas donde lo calificaron de “asesino”, ante funcionarios federales, estatales, municipales, empresarios e invitados del edil emanado de Morena.

Morón Orozco arribó al lugar y subió al templete para intentar apaciguar la protesta, pero después de varios minutos, no tuvo otra opción más que bajar del sitio y dialogar personalmente con los familiares y amigos de Julín.

Después de varios minutos, el ex líder de la CNTE en Michoacán, subió de nuevo al templete para anunciar, como acuerdo con los inconformes, la separación inmediata de Julissa Suárez, comisionada de Seguridad del gobierno de Morelia.

Cabe mencionar que la muerte de Julín ocurrió la noche de pasado miércoles, en el fraccionamiento Jardines del Toreo, donde vecinos pidieron el auxilio del servicio de emergencias 911 tras descubrir a una persona desconocida al interior de una de las viviendas.

Guardias de seguridad privada del fraccionamiento acudieron al inmueble señalado por los vecinos, a la espera de agentes de la Policía Municipal, éstos últimos armados con rifles y pistolas calibre .9 milímetros.

Después de varios minutos, los guardias de la zona habitacional y vecinos, lograron identificar a la persona sospechosa como un joven vecino, quien al parecer padecía de déficit de atención y quien les argumentó haberse equivocado de casa cuando intentaba regresar a su hogar.

De acuerdo con vecinos, quienes han inundado las redes sociales con sus testimonios, el joven sufrió una crisis nerviosa ante la presencia de los policías, por lo que los guardias y habitantes del fraccionamiento intentaron tranquilizarlo.

Los testigos han relatado a la Fiscalía General del Estado (FGE) que agentes de la Policía de Morelia llegaron a la zona y lanzaron gritos al joven quien, presuntamente aturdido, corrió a la calle cuando le abrieron la puerta del inmueble, por lo que un policía descargó su arma de cargo, acertándole varios impactos en la espalda.

La Policía Municipal divulgó que el agente implicado disparó tras ser agredido con un arma punzocortante por el joven fallecido, al atender un “reporte de robo en proceso”. Vecinos y familiares han rechazado de forma tajante que la víctima estuviera armada.

La Fiscalía decomisó la pistola del uniformado y anunció que continúa con las investigaciones para determinar si existió o no abuso policial.

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