Morelia, Michoacán – Cuauhtémoc Castañeda

Gerardo y Rubenzt son dos jovencitos como cualquier inquieto niño moreliano, pero ayer, sin tenerlo pensado, se convirtieron en niños héroes y salvaron a la ciudad de una inundación de grandes proporciones que se avistaba tras torrencial aguacero, que llegó a hacer crisis en unas partes de la ciudad.

Fotos y Videos: Rubenzt Yosimar Tovar Ceja

Este jueves en la tarde, mientras los adolescentes realizaban algunas tareas que les habían encomendado sus padres, muy cerca de donde se encuentra el cárcamo del dren Arroyo de Tierras, se dasató tremenda borrasca, que a los pocos minutos se convirtió en una tromba con granizo y fuertes ventarrones.

Bastaron sólo unos minutos para que la crecida del Río Chiquito de Morelia, donde confluye con el Río Grande y donde se ubica el cárcamo, éste quedara completamente rebasado, debido al taponamiento por la maleza, troncos y basura que se ha acumulado sin control, desde hace más de un año en esas instalaciones del OOAPAS, y que pese a diversas denuncias sociales y que Primera Plana Noticias dio a conocer desde el mes de marzo, las autoridades municipales nunca hicieron caso.

A pesar de esta lamentable situación, Gera y Rubenzt como les gusta que los llamen, acompañados de otros tres de sus amigos y el papá de uno de ellos, sin pensarlo dos veces y sin medir la peligrosidad a la que se estaban enfrentando, decidieron entrar a la zona de compuertas del cárcamo y tratar de retirar la mayor cantidad de basura y troncos para que las turbulentas aguas pudieran seguir fluyendo.

Rubenzt narra cómo uno de sus amigos, Alan de 16 años, se trepó hasta la parte alta donde están colocados los mecanismos para abrir y cerrar las compuertas, los cuales por la falta de mantenimiento y abandono, la mayoría no funciona y están atorados o bien, fueron robados sus mecanismos de apertura.

Pero esto no desalentó al joven equipo. Como pudo el joven Alan se encaramó en la parte superior del sistema de compuertas y con la ayuda de una cadena y un mecate estuvieron jalando hasta que pudieron abrir poco a poco una de las compuertas, así lo señaló Rubenzt Yosimar Tovar Ceja, de tan sólo 16 años, y quien tomó el video y fotos que circulan de este suceso en redes sociales.

Ya con la ayuda de Gerardo Barajas Arredondo, de sólo solo 13 años de edad, que estaba en esos momentos retirando con mucho esfuerzo los troncos atorados en el flujo descontrolado del agua, la cual se arremolinaba intempestivamente a sus pies, que para ese momento el agua ya empezaba a cruzar por el puente habilitado para que el personal del OOAPAS opere los mecanismos de las compuertas.

“Tuvimos que traer una sierra y un machete para ir cortando el tronco más grande, hasta que por fin logramos liberarlo”, cuenta Gerardo, quien señaló que esa maniobra permitió que fluyera de una mejor manera la arremolinada agua que en ese momento ya pasaba sobre sus pies en el puente.

Sin importarles el riesgo en ese momento de ser arrastrados por la corriente, Gerardo recordó que “por la adrenalina no tenía miedo y en lo único que pensaba era en retirar la mayor cantidad de troncos posible”, por lo que con mucho esfuerzo y con una lluvia persistente, escurriendo de agua todos, retiraron poco a poco los troncos que impedían el flujo natural del agua.

A su vez Rubenzt reflexionó que “toda esta basura tiene historia y tiene que ver también con la irresponsabilidad de la gente, que tira a ríos y drenes sus desechos, por lo que hay que tomar conciencia para evitar que esto vuelva a suceder”. Sin duda esta heroica acción hizo la diferencia y evitó que una mayor parte de la ciudad resultara inundada.

Todo esto que realizaron los valientes jovencitos, lo llevaron a cabo sin que en el momento de mayor emergencia se presentara personal del Ayuntamiento o del OOAPAS para ayudar con las labores de la contingencia, como constan en los videos que ellos tomaron.

Resulta difícil de creer que quienes vía nuestros impuestos se les paga para estar al pendiente de estas situaciones, ignoren su responsabilidad y sean niños los que den el ejemplo de responsabilidad social.

Se espera que el presidente municipal de Morelia, Raúl Morón Orozco, aplique las sanciones correspondientes por las omisiones y negligencia que se pudieran configurar en este caso, que se veía venir desde hace meses y en el cual no se le prestó atención debida y ahora los ciudadanos están pagando las consecuencias.

También se espera que el alcalde moreliano tenga la humildad y sensibilidad para hacer un reconocimiento a la heroica labor que realizaron estos jóvenes morelianos, que son menores de edad, pero grandes en valentía y amor por su ciudad. Lo que no hicieron las autoridades municipales que dicen gobernar la capital michoacana.

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