EL OJO AVIZOR

Por Antonio Rojas Ávila

Con pandemia o sin pandemia, el proceso electoral 2021 está por comenzar, y para el escenario político nacional la gubernatura de Michoacán, el último frente perredista, resulta de particular importancia, por lo que será un botín que todos los partidos buscarán arrancar con uñas y dientes.

Y lo que se anuncia en este estado es una batalla de pronóstico reservado, pues los partidos iniciarán las campañas en un proceso que no está, ni por asomo, decidido para nadie, mientras dos factores de extrema emergencia se estarán jugando a la vez, influyendo en las preferencias electorales: la epidemia de coronavirus, con sus consecuentes crisis sanitaria y económica, y el empoderamiento sin precedentes del crimen organizado en el país, que trajo consigo una ola incontenible de violencia y disrupción de la paz social.

Seguro para nadie

Así, las últimas cifras de Massive Caller, fechadas ayer 28 de junio, muestran un escenario en el que, inesperadamente, todos los partidos importantes tienen rango de juego, con un Morena despuntado, pero por debajo del 30 por ciento de las preferencias, lo que deja la puerta abierta para las alianzas en pos del triunfo, y en especial para la gran coalición que el propio presidente López Obrador viene vaticinando: el frente común todos contra Morena.

Y es que la preferencia absoluta por AMLO en Michoacán que se certificó en 2018, cuando el entonces candidato de oposición consiguió el 52.23% de los votos válidos en la entidad, se ha ido diluyendo ante el sostenido y evidente abandono en el que, por no menos obvios intereses políticos, el hoy jefe del Ejecutivo federal mantiene esta tierra purépecha. Y hay que tomar en cuenta que ese 29.9% que hoy el partido guinda ostenta más que para Morena es para el presidente, y que podría mermarse rápidamente cuando se le ponga nombre y apellido a esta opción para ocupar el solio de Ocampo.

Sin embargo, hay algo que hace esta historia especialmente interesante y seductora: el 26.6%, es decir más de la cuarta parte, de los electores michoacanos está esperando a ver quiénes serán los aspirantes para decantarse por uno, lo que sumado a los que por el momento se dicen partidarios de partidos débiles (5.4%) ya nos arroja casi la tercera parte disponible de todo el electorado (32%), una proporción superior a lo alcanzado en este momento por cualquier partido.

Y si asumimos ese esperado escenario totalmente polarizado, las cosas no pintarían nada bien para Morena, pues tendrían que irse a la caza de ese 32% enfrentando a un aventajado frente opositor que partiría con 38.2%, suponiendo una hipotética alianza PAN-PRI-PRD-MC. Pero, por supuesto, esto es en el papel, pues no sabemos si será posible ver una alianza histórica de esas dimensiones o cuál será la reacción de los militantes de esos partidos al verla; sin embargo, sirve para darnos una idea de lo reñido y tenso que será este periodo electoral en Michoacán.

Finalmente, una llamativa sorpresa es la situación del PRI, que se esperaba llegara bocabajeado (si no noqueado) a esta carrera, pero no es así, pues alcanza el tercer lugar en las preferencias generales con un nada despreciable 12.9%, y tomando en cuenta las anunciadas intenciones de alianza entre el PRD y el PAN, el apoyo del más antiguo instituto político de México puede resultar decisivo para cualquier lado, un favor que, por supuesto, el PRI no venderá nada barato, tomando en cuenta sus diestros oficios.

Toño y Cristóbal, Cristóbal y Toño: justa entre senadores

Dentro de todo este rompecabezas, si algo queda claro es que Antonio García sigue creciendo y no deja de capturar adeptos dentro de la militancia perredista, y todo parece indicar que es él y ningún otro el elegido por la providencia izquierdista para enfrentar al proyecto populista que hace un par de años inundó al país.

Y es que el senador michoacano no ha dejado de despuntarse y hoy muestra dentro de su partido una preferencia que ningún otro aspirante a la gubernatura ostenta, con un sólido 36.3%, que lo coloca 14 puntos por encima de su más cercano contrincante interno, Adrián López Solís, el fiscal del estado.

Todo lo contrario es la historia para el experredista Cristóbal Arias, que mantiene el liderazgo dentro de Morena, pero de todos los primeros lugares de cada partido es el que menos preferencias logra (18.9%) y se encuentra sólo 5.6 puntos por encima del alcalde de Morelia, Raúl Morón, su más próximo rival a la candidatura.

No obstante, no deja de ser, al menos por el momento, el otro protagonista de esta lid electoral, viendo que Morena es el único instituto que se perfila por sí solo para el triunfo en el estado. Sobre todo porque queda claro que de no ser el también senador el candidato elegido por el partido personalista de AMLO, sus seguidores se verán en serios problemas para ganar la contienda.

#LasCosasComoSon

Breve para no enfadar: la carrera por el Gobierno de Michoacán no será nada fácil, y hemos de esperar que decenas de soñadores pretendan merecer el trono, pero sabido es que la mayoría de ellos y ellas serán impresentables y no pasarán de la foto, que a más de uno provocará arcadas. Frente a ello, hoy por hoy son dos los aspirantes serios que podrían terminar decidiendo el futuro de este vapuleado estado: Antonio García Conejo y Cristóbal Arias Solís.


El autor es politólogo maestro y doctorante en Políticas Públicas, especializado en Comunicación Política.


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