Zona Cero
Cuando el dolor y sufrimiento de una víctima de delito se politiza para sacar raja en beneficio propio, sale a relucir lo más ruin del ser humano, que aprovecha un hecho terrible para atraer la atención que le permita posicionar lo que a sus intereses conviene.
Abanderada como defensora feminista de los derechos de las mujeres, Circe López Riofrío, quien encabeza la agrupación civil Humanas sin Violencia, convocó a rueda de prensa virtual para señalar al personal del Hospital de la Mujer como responsable de omisión en la aplicación de la NOM-46 para la interrupción del embarazo de una menor de edad víctima de violación, dichos de los que no presentó pruebas y que fueron rechazadas por el personal que está hoy dentro del hospital combatiendo en el marco de una de las peores crisis de salud a nivel mundial.
Eso sí, con papelito en mano, Circe anunció con bombo y platillo su aportación a una iniciativa de Ley que presentarán legisladores de Morena en el Congreso del Estado; si la tragedia ajena te fortalece para el triunfo propio, no hemos entendido nada de sororidad.
Además, a destiempo sus declaraciones, toda vez que la víctima –a la que dice defender al tiempo en que coquetea con un partido político de cara al 2021—ya le fue practicado el procedimiento que busca salvaguardar su bienestar.
Lo de Circe es un capítulo más en esta pandemia, de lo que se puede esperar de algunos actores políticos que, en lo nacional, estatal y local, han visto la contingencia como un “anillo al dedo” a costa de millones de contagiados y de muertes, donde México y Michoacán no son la excepción.
Hoy, el personal sanitario de toda la entidad merece no solo nuestro respeto y solidaridad, sino el que no se les difame de tal manera. Hoy, esos hombres y mujeres que están lejos de sus familias, libran una batalla día a día contra el COVID-19 en cada una de sus unidades médicas, en la primera línea y no desde la comodidad de un escritorio frente a una cámara y con una ruta que apunta a las urnas del próximo año.