Melissa García – Morelia, Michoacán
Las emergencias humanitarias, los desastres y pandemias ponen en mayor riego a mujeres y niñas, tanto en espacios públicos como privados, consideró la presidenta del Consejo Social de Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Gretel Castorena Escalera.
Como parte del conversatorio promovido por la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer), denominado “¿Qué sigue en materia de violencia de género después de la pandemia?” y transmitido a través de redes sociales, la activista puntualizó que a nivel global 243 millones de mujeres y adolescentes entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia física o sexual en manos de sus parejas.
Asimismo, 137 mujeres son asesinadas a diario en el mundo por algún miembro de la familia y menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda, mientras que 3 mil 800 mujeres fueron asesinadas en América y el Caribe.
En relación a México, las cifras de violencia han crecido; el 43 por ciento de la población femenina ha experimentado algún tipo de violencia por parte de su actual o última pareja, en tanto que en enero y febrero de este año se han registrado 166 presuntas víctimas del delito de feminicidio.
Castorena Escalera hizo un llamado a poner en el centro de la emergencia sanitaria al sector femenino, así como a fortalecer las medidas de protección y dotar a las entidades con presupuestos destinados a la perspectiva de género de manera priorizable.
Alertó que ya había una pandemia en el caso de la violencia de género, sin embargo, dijo que ésta se acrecentó con la pandemia del coronavirus.
Por su parte la maestra en Derecho, Elvia Higuera Pérez, señaló que la violencia de género se agudizó en el marco de la crisis sanitaria por el COVID-19, por lo que desglosó algunos de los retos que están presentes y deben atenderse con prioridad, como el estancamiento de los procesos judiciales, donde se evidenció que el trabajo que realiza el Poder Judicial dejó sin mecanismos de protección a las mujeres en cuanto al cobro de la pensión alimentaria; la parálisis judicial, dijo, impide que el sector femenino pueda accesar a un divorcio, tema que se acrecentó luego del aislamiento obligatorio vivido.
Aunado a ello, dijo, la pandemia evidenció una situación de riesgo para los menores de edad con el crecimiento exponencial que tuvo la búsqueda de pornografía infantil en países como España.
La brecha digital que existe para mujeres en comunidades alejadas de las cabeceras municipales, ha sido un factor de desigualdad notable al que se entra el sector femenino, pues disminuye las posibilidades de movilidad para la comunicación y cercanía con el resto de la sociedad, puntualizó.
Expuso que otros de los retos que se tendrán que evaluar luego de sortear la emergencia sanitaria es cómo se dará la incorporación de las mujeres en el campo de la política ante el próximo proceso electoral.
Por su parte la especialista en Comunicación y Tecnologías de la Información, Viridiana López, evidenció que a nivel federal existe una carencia de información basada en la perspectiva de género.
Externó que a pesar de que el 49 por ciento de las mujeres con acceso a internet hacen uso de esta herramienta tecnológica, sólo el sector entre los 25 y 34 años de edad están conectadas de manera puntual, en tanto que existe un sector de la población considerable, con limitaciones tecnológicas, por lo que deberá priorizarse una agenda digital con perspectiva de género que incluya no sólo llevar la tecnología a lugares alejados, sino capacitar a la población femenina para el uso social y comercial de esta herramienta de comunicación.