Japón – EL PAÍS
La economía de Japón se contrajo un -0,9% en el primer trimestre del año con respecto a los tres meses anteriores, de acuerdo a las primeras estimaciones oficiales ofrecidas por las autoridades japonesas esta mañana. La caída es mucho mayor, del -3,4%, en términos interanuales, es decir, entre el primer trimestre de este año y el primero de 2019. Estos datos suponen el segundo trimestre en números rojos para el país nipón el cual, desde hoy, está oficialmente en recesión.
La aparición del virus ha agravado un escenario que ya de por sí era preocupante para la tercera economía mundial. La actividad se había contraído en 2019 a causa de la entrada en vigor de una subida del IVA postergada hasta en dos ocasiones; los daños causados por los tifones Faxai y Habigis; y la onda expansiva de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Todo ello había llevado al primer ministro Shinzo Abe a presentar un programa inicial de estímulos por valor de 13,2 billones de yenes (casi 110.000 millones de euros), un 1,9% del PIB, en diciembre del año pasado.
La caída de hoy ha sido menos dura de lo esperado, dado que las previsiones de los analistas auguraban un tropiezo del -4,6%. Lo peor, no obstante, todavía podría estar por venir. “La marcada caída en la producción en el primer trimestre sugiere que la expansión del virus ya había supuesto un golpe significativo a la actividad económica en marzo”, ha apuntado Tom Learnmouth, economista para Japón de Capital Economics, en un informe publicado por la consultora esta mañana.
El consumo privado, que representa más de la mitad de la economía japonesa, perdió un 0,7% en marzo a pesar de que el gobierno no decretó el estado de emergencia –con los consiguientes confinamientos y cierres de negocios– hasta finales de mes. Por ello, Learnmouth ha señalado que la cifra de hoy “solo es la punta del iceberg”. “Abril y mayo habrán sido mucho peores”, por lo que pronostica una caída intertrimestral del 12% para el siguiente periodo.
Las exportaciones, otro de los pilares del país nipón y que representan hasta un 16% de su PIB, también retrocedieron un 6% en los tres primeros meses del año, a consecuencia de las alternaciones en las cadenas de producción globales y los obstáculos al comercio internacional. Se trata del peor dato para el sector desde 2001, año del fatídico tsunami que provocó el desastre nuclear de Fukushima.
El gobierno, por su parte, ya se ha puesto manos a la obra por medio de un paquete de estímulos con el que aspira a proteger la economía de los efectos de la pandemia, la cual deja ya 744 víctimas mortales y 16.285 infectados en el país. Este plan gubernamental, presentado a principios de abril, movilizará casi un billón de euros, cantidad equivalente a un quinto del PIB nacional. El Banco de Japón ha anunciado también estar dispuesto a ofrecer su apoyo, comprometiéndose a adquirir tanta deuda pública como sea necesario con el objetivo de mantener bajo control los costes de financiación del país. Sin embargo, a la luz de estos resultados, el gobierno podría redoblar sus esfuerzos y anunciar nuevas iniciativas este mismo mes.