Medidas sanitarias siguen ignorándose en sesiones del Congreso

Melissa García – Morelia, Michoacán

La fase 3 de la pandemia del coronavirus le hace los mandados a varios de los diputados michoacanos, ya que a pesar de que presentan sus iniciativas en el patio del Palacio del Poder Legislativo, para guardar la “sana distancia”, hay algunos que no utilizan ni el cubrebocas, ni la careta que se les proporciona para evitar propagar gérmenes en los micrófonos, mientras otros se saludan sin mucha distancia de por medio.

Tal es el caso del diputado de morena Francisco Cedillo de Jesús, quién al presentar una iniciativa, leyó la propuesta sin tomar en cuenta el uso del cubrebocas, al igual que su compañero priísta, Omar Carreón Abud, mientras que las diputadas y diputados que los antecedieron o precedieron traían el tapabocas y la careta o simplemente la protección para hablar.

Al diputado del Partido del Trabajo, Baltazar Gaona García, no le importó leer lo correspondiente al dictamen sobre la Cuenta Pública correspondiente al año fiscal 2018 sin ningún tipo de medida sanitaria, y sin embargo, tosió en repetidas ocasiones, pero sólo en algunas se cubrió con la mano, no precisamente con el antebrazo, y además con la mano que detenía los documentos que son dejados en la Mesa Directiva y recogidos por el personal del Congreso, sin siquiera hacer uso del gel antibacterial después de esto.

Para los legisladores locales, la sesión extraordinaria de esta semana, es la tercer sesión que realizan con las limitaciones sanitarias que se han implementado para evitar el contagio del COVID-19, sin embargo, parece que no sólo son “indispensables” sino también inmunes al no llevar a cabo las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de salud.

Los exhortos y posicionamientos para evitar la propagación del virus SARS CoV-2 no tiene eco para los propios legisladores, el manoseo de los cubrebocas y las caretas sigue siendo una constante desde que han hecho uso de ellos.

La irresponsabilidad es evidente, al no tomar en cuenta los riesgos a los que exponen tanto a trabajadores que asisten para realizar su labor, así como para sus propios compañeros diputados.