Morelia, Michoacán – Juan Antonio Magallán
Un cristal roto o rayones en las paredes son actos mínimos comparados con el enojo histórico que las mujeres han padecido. El vidrio se repara y la pintura se limpia, pero el asesinato de una mujer es irreparable, opinó el gobernador Silvano Aureoles Conejo.
Tras la marcha conmemorativa del Día Internacional de la Mujer en Morelia, una participante sufrió una herida luego de reventar un vidrio en Palacio de Gobierno, asimismo hubo rayas con consignas de visibilización de la violencia machista que impera en la sociedad, las cuales fueron pintadas en edificios ubicados en la avenida Madero. El hecho ha causado opiniones divididas, gran parte reprueba el hecho, otro sector social lo aplaude.
Al respecto, el mandatario estatal resaltó el éxito de la marcha, que logró concentrar a miles de mujeres michoacanas, quienes a la unión de gritos al unísono salieron a demostrar que están cansadas de no ser escuchadas por todas las instituciones del Estado Mexicano, en torno a la ola de feminicidios, acoso sexual, laboral y violencia de género.
“Cualquier vidrio roto o un muro rayado es mínimo comparado con lo que las mujeres sienten ante hechos lamentables. Hay historias desgarradoras de mujeres violentadas por hombres que se sienten intocables porque tiene dinero o muchas relaciones, o algunas otras que están con hombres vinculados al crimen organizado”, dijo Aureoles Conejo en conferencia de prensa.
En ese sentido, aludió que un cristal roto se cambia y una pared rayada se limpia, pero el asesinato de una mujer es irreparable.
“Se lanza un llamado para no caer en conductas de violencia, no se condena al movimiento, en todo caso es para investigar si se trató de grupos de choque o provocaciones que desde el anonimato atacan a las mujeres”, concluyó.
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