Morelia, Michoacán
Los graves efectos del cambio climático tarde o temprano nos alcanzarán a todos, esto si no asumimos gobiernos y sociedad un profundo compromiso y no sólo con el cuidado y preservación del medio ambiente, sino también con su rescate, apuntó el diputado Norberto Antonio Martínez Soto, integrante de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
El diputado por el Distrito de Hidalgo, refirió que la devastación que los incendios están provocando en Australia, es un grito de alerta frente a la situación de deterioro ambiental que padece nuestro planeta, con un calentamiento global patente que tiene como una de sus consecuencias el cambio climático.
“En México también se ha dejado sentir el cambio climático, hay que recordar que durante el 2019 se registraron un promedio de 20 incendios al día, dos de ellos ocurridos en territorio michoacano”.
Tony Martínez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, recordó que las tres cuartas partes del agua dulce accesible del planeta provienen de cuencas hidrográficas boscosas, el problema es que el 40 por ciento de las 230 cuencas hidrográficas más importantes del mundo han perdido más de la mitad de su cubierta de árboles original durante los últimos 25 años.
Tomando como referencia la estadística federal, hizo mención que en México a lo largo del 2019 se registraron un total de siete mil 410 incendios forestales, en donde los estados con mayor número de siniestros fueron el Estado de México, Michoacán, Chihuahua, Jalisco, Ciudad de México, Chiapas, Puebla, Tlaxcala, Guerrero y Oaxaca, que representan el 76 por ciento del total nacional.
“Michoacán tristemente ocupó la segunda posición nacional en cuanto al número de incendios forestales, con un total de 722 siniestros, con una superficie afectada de 14 mil 353 hectáreas”.
Por ello, subrayó que frente al fuerte llamado de atención y alerta que el planeta nos está propinando, debemos dejar de ser permisibles con acciones o hábitos que dañan nuestro medio ambiente, además de dejar de ser omisos en las responsabilidades en que otros incurren al contaminar, no reparar daños, y ser negligentes en torno a la preservación de la naturaleza como hasta ahora la conocemos.