Pátzcuaro, Michoacán – Melissa García
Tzurumútaro, la puerta de entrada a la ciudad de Pátzcuaro es una comunidad que humea muy cerca del lago, donde cocineras tradicionales dan la bienvenida a la Casa Comunal de la región.
El mole rojo, combina por lo menos cuatro variedades de chiles que hacen del lugar su platillo favorito, resalta Mireya Talavera Cervantes, una mujer de 52 años que adquirió el sazón de su madre, la maestra cocinera Amparo Cervantes.
El sazón de las mujeres que calientan el fogón con leña de pino o encino, se engrandece con el mole, las corundas, el churipo, el bistec en chile negro, la carne de cerdo en salsa verde o el apodearrillo, guisos que son acompañados de arroz y unos ricos frijoles que bien pueden comerse haciendo, de la tortilla recién hecha, una suculenta cuchara.
El poblado que se ubica sobre la carretera, aún conserva la organización comunal. Tzurumútaro, “lugar de espinas” tiene una arquitectura sobria y tradicional alrededor de su templo.
Las cocineras que se ubican en la Casa Comunal ofrecen a los visitantes guisados caseros, café de olla y un adorable atole de zarzamora.
De lunes a viernes desde hace más de 9 años, Mireya ofrece comida, acompañada de sus compañeras, a los estudiantes que transitan por las aulas Icatmi, institución que ocupa parte de la Casa Comunal, y a la que cualquier visitante puede llegar para probar un poquito de la historia que la cocina michoacana trae consigo.
Los domingos, el manjar se expande para todos los turistas que transitan por la zona, la cocina abre sus puertas a la una de la tarde, donde las mesas de madera bajo los tejados de barro acojen a todos en torno de lo más tradicional.
La población es un parada obligada para este 2 de noviembre, donde la Ribera del Lago se enciende en torno de la visita de ánimas.