París, Francia – Excélsior
Luego de la grave tragedia sucedida ayer en la capital de Francia, donde un incendio destruyó parte de la emblemática catedral de Notre Dame, la palabra que resuena en el mundo es: “Reconstrucción”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometió a volver a exhibir ante el turismo este símbolo de París y el mundo, y varios especialistas aseguran que para restaurar el templo se necesitarán dibujos e imágenes detalladas de Notre Dame.
Assassin’s Creed: Unity, el famoso videojuego de ficción histórica desarrollado por el estudio francés Ubisoft, podría ayudar con esta tarea, y ya se discute entre especialistas la calidad gráfica de sus réplicas arquitectónicas.
El título fue lanzado en 2014 para PC, PS4 y Xbox One, y está ambientado en París a finales del siglo XVIII. Es el primer juego de la serie Assassin’s Creed, en el que muchos edificios y monumentos arquitectónicos se recrean en una escala de uno a uno, casi a la perfección.
Una de las artistas que trabajó en la creación del juego, Caroline Miousse, afirmó que pasó dos años estudiando la apariencia de Notre Dame, hasta cada piedra individual, para retratarla con la máxima precisión, y ahora será su creación en el videojuego lo que podría devolver la misma apariencia a Notre Dame después de la reconstrucción que podría durar 10 años.
De hecho, Miousse y los historiadores que la ayudaron fueron lo suficientemente diligentes como para recrear qué obras de arte estaban en exhibición, así como dónde y cómo estaban colocadas.
“Hice algunas otras cosas en el juego, pero 80 por ciento de mi tiempo lo pasé en Notre Dame”, dijo Miousse días después de la presentación de Assassin’s Creed: Unity.
Trabajo con nuevas tecnologías
Ubisoft ha recreado varias ciudades en sus videojuegos con una esmerada atención al detalle, hasta el punto de que incluso cuentan con un grupo interno de historiadores para ayudar al equipo de desarrollo a investigar sobre diseños y estética.
Básicamente, Ubisoft Francia tiene tanto un diseño increíblemente preciso de Notre Dame, como una imagen exacta de cómo se veía antes del fatídico incendio. Quizás, aseguran los expertos, el techo de madera no se puede rehacer, y quizás algunas de las obras de arte no sobrevivieron.
El punto importante es el monumento emblemático de París que está lejos de perderse. Vive en los archivos digitales, a la espera de ser corregido en el mundo real.