Morelia, Michoacán – Juan Antonio Magallán
En el año 2018 se detuvieron en Michoacán a cinco mil 645 infractores de la ley, a diferencia del 2015 en el que solamente hubo 177, lo cual representa un aumento del tres mil por ciento. Del total de detenidos, mil 671 eran cabecillas de la delincuencia organizada, informó Carlos Gómez Arrieta, subsecretario de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
El funcionario estatal señaló que con la implementación de una “estrategia clara y bien definida” se lograron avances para detener a personas que forman parte del crimen organizado o que realizan ilícitos del fuero común.
Gómez Arrieta puntualizó que en el 2015, último año de mandato de una administración estatal irregular, la SSP no le rendía cuentas a nadie y había diferentes cuerpos policiacos sin control. Estaba la Fuerza Rural, la Fuerza Ciudadana, la Policía Estatal y la Policía Municipal, y otros tantos con funciones “muy específicas”, pero sin dar resultados claros.
En ese sentido, recordó que con la llegada de Silvano Aureoles Conejo a la gubernatura se puso orden en la SSP, lo que ha llevado a que se pongan a disposición de la Fiscalía (antes Procuraduría) General del Estado a mil 671 cabecillas del crimen organizado.
“Hasta hace tres años sólo existían en Michoacán dos regiones de seguridad, una era Morelia y otra Apatzingán, con algunos policías, este sistema imposibilitaba que la reacción fuera inmediata, además de que las instalaciones eran decadentes. Ningún policía quería irse a trabajar a Apatzingán, ahora son 10 regiones, con sus cuarteles, donde además hay instalaciones dignas para que puedan desempeñar sus labores”, dijo el subsecretario de seguridad.