Morelia, Michoacán – José G. Rodríguez

Las Chivas de Guadalajara llegarán a su cuarto torneo consecutivo sin clasificar a la Liguilla. Tendrían que no perder ninguno de sus juegos restantes para lograr la proeza, por lo que se avecina un nuevo fracaso.

Y es que en el futbol mexicano todo es posible, sin embargo, entre los rivales que los Rojiblancos tienen enfrente en la próxima jornada 14, se encuentra el León, líder de la competencia con 32 puntos y Tigres, segundo de la tabla con 29; además está el Puebla que se ubica en el noveno puesto y busca a toda costa estar entre los primeros ocho.

Las Chivas tienen 15 puntos y para clasificar requieren al menos de 26, por lo que necesitan 11 de los 12 posibles.

Su primer prueba será ganar a Monarcas en la cancha del estadio Morelos, donde se puede consumar el fracaso si deja ir un solo punto. Los michoacanos podrían matar toda aspiración de los de Jalisco.

El declive del Guadalajara

Tras la precaria suma de puntos arrastrados de torneos anteriores, en 2015 las Chivas afrontaban su nueva realidad y su objetivo cambió, aunque parecía casi imposible para un equipo de los llamados grandes, ahora, el Rebaño peleaba por no descender. Para ello, trajeron al argentino Matias Almeyda, especialista en la causa tras devolver a la Primera División al River Plate, otro grande de argentina y al Banfield. El ‘Pelado’ no sólo arribó a México para rescatar a las Chivas, tenía objetivos más grandes, ‘despertar al gigante de México’.

Las palabras no se quedaron en el aire y Matías se encargó de trasladarlas a la cancha. El argentino, con el control absoluto del club, desde las inferiores hasta el primer equipo, se convirtió en el mejor estratega del Guadalajara de las últimas cuatro décadas, consiguiendo cinco títulos en tres años: el Clausura 2017, la Copa de 2015 y 2017, la Súper Copa de 2015-2016 y la Liga de Campeones de la Concacaf en 2018.

Quizá este fue el último acierto de la directiva tapatía, cúspide desde donde también se fraguaron las peores decisiones que tienen al conjunto Rojiblanco en su cuarto torneo consecutivo sin Liguilla y en una nueva lucha por el no descenso.

La bomba inició cuando la directiva eligió darle la espalda a los jugadores y cuerpo técnico al incumplir la promesa de un bono económico por haber ganado el doblete inédito de Copa y Liga, que a un año de la hazaña, no había sido cumplido. Aún así, los jalisciences peleaban por el trofeo de la Concacaf de 2018, y fue en ese marco donde los futbolistas exigieron a la directiva que cumpliera con el pago, a través de una una foto compartida en Twitter con el hashtag #DirectivaCumplanSuParte. La relación de jugadores y cuerpo técnico con directiva, mostraba rompimiento.

A la postre, los mexicanos conquistarían la ‘Concachampions’, a costa del Toronto de Canadá; lo que les dio el boleto para disputar el Mundial de Clubes de ese año mientras vivían en la incertidumbre económica.

Vergara mueve piezas en la dirigencia

Para esas fechas la directiva se esmeró en defraudar al club y a sus seguidores. Luego de ser expuestos internacionalmente por sus jugadores, Jorge Vergara decidió hacer caso omiso a las peticiones de Almeyda, quien exigía el pago de sus dirigidos, el suyo propio y la petición de no vender a jugadores y, en cambio, apuntalar más el cuadro que venía en baja de juego luego de haberse jactado de ganar títulos.

Jorge Vergara hizo caso omiso a las peticiones y restó poder al argentino conformando una nueva dirección con su hijo Amaury Vergara, nombrado vicepresidente ejecutivo y director general de Grupo Chivas-Omnilife; a José Luis Higuera como director general de Chivas y a Francisco Gabriel de Anda como director deportivo.

La situación con el estratega se fue desgastando y desde la dirección se tomaron medidas extremas. Previo al arranque del Apertura 2018, la respuesta fue recortar las vacaciones de los futbolistas y llamara al Pelado para informarle que estaba fuera de Chivas, pese a tener tres años más de contrato y el deseo de continuar en el club.

Las Chivas se desprendieron de Rodolfo Cota, Rodolfo Pizarro y Oswaldo Alanís, su columna vertebral y la cual José Luis Higuera no tuvo el tacto de suplir, en cambio, incluyó al José Saturnino Cardozo en la dirección técnica; estratega que venía con bajos números en el Toluca, donde brillo como delantero, y un fracaso en Jaguares, donde terminó por renunciar al conseguir una victoria en nueve jornadas.

Con este panorama arrancó el Apertura 2018 para las Chivas quienes no lo hicieron menos desolador y concluyeron su participación en el onceavo lugar de la tabla general. Por lo que el esfuerzo estaba enfocado en el Mundial del Clubes.

José Luis Higuera ya respondía a cuestionamientos de la prensa desde las redes sociales y minimizaba el tercer torneo consecutivo de su equipo sin calificar, pues le esperaban cosas más grandes al club, como lo era un campeonato del mundo en los Amiratos Árabes Unidos, así lo comprometió el directivo previo a la competición.

El resultado fue catastrófico e histórico. Las Chivas habían perdido su primer encuentro contra el Kashima Antlers por voltereta de 3-2, lo que mató cualquier posibilidad de enfrentarse al Real Madrid y buscar la final. A los mexicanos sólo les quedaba rescatar el quinto lugar, sin embargo cayeron en penales ante el campeón de África por 6-5, quedando en el último lugar de la competencia, la peor participación de un club mexicano en el Mundial de Clubes.

Las Chivas recibieron todo tipo de críticas señalando a los de pantalón largo como los principales responsables. La respuesta del director general fue contundente: “No vine para hacer campeón a Chivas, vine por una cuestión empresarial”.

El arranque del Clausura 2019

El nuevo plan orquestado entre Amaury, Higuera y Varela fue suspender las vacaciones y poner a trabajar a los futbolistas, además se le dio continuidad a Cardozo y se reforzó con seis nuevos jugadores y tres regresos. Un experimento entre juventud y experiencia. Dieter Villalpando (6), Alexis Vega (7), Luis Guillermo Madrigal (19), Jesús Molina (20), Hiram Mier (21), Tony Alfaro (15), Carlos Villanueva (27), Alejandro Mayorga (3) y Ronaldo Cisneros (18), los elegidos.

El panoraba lucía prometedor luego de tres jornadas donde los jaliscienses figuraban en la punta de la tabla tras ganar sus respectivos juegos, entre ellos a Cruz Azul, actual campeón de Copa y subcampeón de Liga, pero quien vivió un arranque tormentoso; y a Toluca, que cayó en un bache del que no ha logrado salir por completo.

Sin embargo, solo fue un espejismo tapatío, pues las derrotas empezaron a caer, incluidos dos clásicos nacionales contra el América, uno en Copa, donde quedaron eliminados y otro en Liga. Contra Pumas también fueron doblegados, por lo que en 13 jornadas están en la XIV posición de la tabla general y con muy pocas probabilidades de calificar ante el difícil cierre de torneo.

Las Chivas consumarían un nuevo fracaso a un año de la vuelta de timón que dieron en la dirigencia, la cuál ha demostrado nula efectividad. El principal responsable señalado ha sido José Luis Higuera, del que piden su salida, sin embargo, será una tarea difícil dado que aseguran tiene acciones en el grupo Ofnilife y maneja muy bien los números de la empresa, dejando lo deportivo a segundo plano. Y mientras siga esa inercia, el Campeonísimo, el equipo más popular de México se hundirá si solo es visto como negocio.

Llega Tomás Boy a la dirección técnica

Cuando creemos que nada nos puede sorprender y que la mesura y la sapiencia llega a Chivas, ahí está José Luis Higuera para desmoronar cualquier congruencia.

Y es que tras el despido de Cardozo a 5 jornadas del final del campeonato, las Chivas bien podrían haber aguantado con el histórico Alberto Coyote, calmando las aguas y cerrando dignamente el torneo sumando los puntos que más se puedan para el cociente, y, alistando el siguiente proyecto de cara al Apertura 2019. A cambio de eso, Higuera prefirió causar revuelo al contratar a Tomás Boy, un estratega polémico, que ha despotricado varias veces en contra de Guadalajara dentro y fuera de la cancha, y que no ha ganada nada como entrenador.

Pero la falta de títulos no es lo que ha llamado la atención de Higuera, sino la arrogancia y la polémica del estratega considerado pedante por árbitros, aficionados y gente de futbol. Por lo cual, el ‘Jefe’ se compromete a comportarse en “en el club más grande de México”, según dijo en su presentación, lo que suena contraproducente para lo que lo trajeron.

“No nos pusimos a ver si tenía o no campeonatos. Boy es el líder que nos puede ayudar a retomar el camino. Es un personaje que tiene futbol en la sangre, una personalidad polémica y es lo que necesitamos. Es una recomendación del área deportiva, hace falta esa arrogancia deportiva para tener confianza”, declaró Higuera.

Chivas ha lanzado esta bomba para intentar opacar la Final de Copa que disputará su máximo rival el América ante FC Juárez, este miércoles. Chivas busca que Boy los califique en cuatro partidos, si no lo consigue, que es muy probable, tendrán que afrontar un nuevo ridículo.


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