Morelia, Michoacán – Redacción
No calculó el ex presidente Enrique Peña Nieto los problemas que le acarrearía, primero, posponer la firma de su divorcio con Angélica Rivera, y segundo, exhibirse con su reciente conquista en viajes, fiestas y todo a vista y lente de las revistas del corazón y los columnistas políticos.
Este sábado en su columnas ‘Serpientes y Escaleras’ que publica en El Universal, el periodista Salvador García Soto, informa que la señora Rivera -que en estos días anunció su regreso a las telenovelas, por cierto- ha puesto, al menos, dos nuevas condiciones para firmar el divorcio: 35 automóviles último modelo y de lujo para ella y toda su familia y que en los próximos doce años, tanto ella como sus familiares, dispongan de aviones privados para desplazarse y evitar así ser objeto de ataques, burlas o comentarios.
De acuerdo con el columnista, la actriz que se encumbró con su personaje de La Gaviota en la telenovela ‘Destilando amor’, está molesta y se siente ofendida por Peña desde que se dejó ver en público con su nueva novia. Y lo que estaba acordado inicialmente como un divorcio acordado, sin fricciones, se puede volver un dolor de cabeza para el ex mandatario.
Según esto, del propio Peña habrá sido la culpa, pues fue él quien decidió postergar la firma de la separación legal, cuyo documento estaba listo desde el pasado de diciembre.