Ciudad de México – Milenio
A las 4:45 de la mañana suena el despertador del presidente Andrés Manuel López Obrador. Una hora después llega a Palacio Nacional para encabezar la reunión de las 6:00 de la mañana con su gabinete de seguridad.
Su promesa fue hacer 12 años de gobierno en seis. Por lo que su rutina va de lunes a domingo con al menos 12 horas de trabajo diarias.
Alrededor de las 7:00 de la mañana ofrece una conferencia de prensa de una hora y media, en promedio. Al terminar, desayuna en su despacho acompañado de algún colaborador o invitado especial.
El resto del día lo dedica a reuniones privadas y sale de Palacio Nacional entre las 19:00 y 20:00 horas. Pocas veces sale a la hora de la comida para estar con su familia y regresa más tarde a continuar con su agenda privada.
La rutina cambia los fines de semana. Generalmente antes del mediodía y luego de desayunar, sale de Palacio Nacional rumbo al aeropuerto para comenzar sus giras; va a uno o dos estados al día para presentar sus programas sociales y hacer mítines.
Entre un evento y otro hace una parada para comer y continúa con su agenda.
En algunas ocasiones, tiene visitas privadas con los gobernadores, autoridades municipales o incluso recibe a diversos personajes en las salas de abordaje de los aeropuertos.
En estos 100 días, López Obrador ha descansado únicamente tres: el 25 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero.