Morelia, Michoacán – José Cacho
Herculano Medina Garfias, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia reconoció que en su trabajo ha conocido algunos casos de religiosas que han sido objeto de abuso sexual. Ésto después de que el Papa Francisco I aceptara que hay ciertos casos de sacerdotes que han atentado contra monjas.
En la tradicional rueda de prensa de los domingos, el religioso detalló conocer ciertos casos a nivel local, no obstante, el sigilo y secrecía sacramental impiden que estas situaciones salgan a la luz pública.
“No me atrevo a negar que estos casos ocurrieron, ni tampoco decir que el Papa tenga razón. Estoy como auxiliar a cargo de los asuntos religiosos aquí en la región y desgraciadamente nos hemos enterado de esta lamentable situación, pero ha sido la minoría, pues no todos los sacerdotes se comportan de esta manera”, argumentó.
Medina Garfias subrayó que si el representante de San Pedro ha manifestado este problema, es porque existen algunas cosas de esta naturaleza.
El prelado explicó que han sucedido casos donde se ha tenido acoso sexual, tocamientos o contacto genital, pero también situaciones donde los sacerdotes en actitud prepotente y autoritaria, tratan mal a las religiosas o mujeres de la comunidad católica en la zona donde residen.
El obispo auxiliar puntualizó que en sus 23 años de servicio religioso ha conocido de estos casos en la entidad, pero debido a la secrecía sacramental, que obliga a los sacerdotes a guardar silencio ante lo dicho en la confesión, interfiere en los trabajos para tener una estadística en esta incidencia, pues divulgar lo dicho en este sacramento los puede condenar a la excomulgación.
Cuestionado sobre si hay un blindaje ante estos casos, el sacerdote contestó que según las indicaciones del actual patriarca católico, los líderes regionales de la Iglesia Católica deberán iniciar un juicio eclesiástico para sancionar según los cánones de esta institución religiosa.
Agregó que por parte de la Arquidiócesis de Morelia, él junto a otro obispo auxiliar acudieron a Roma en 2016 a curso sobre este tipo de problemas de acoso sexual dentro de la Iglesia Católica, donde les leyeron la cartilla para no encubrir a los sacerdotes cuando se tiene toda la evidencia a la mano.
