Morelia, Michoacán – Juan Antonio Magallán
“Solo porque Dios es muy grande, si no, también nos hubiéramos incendiando ahí”, son las palabras de un poblador que se beneficiaba de una toma clandestina de gasolina en los ductos de Petróleos Mexicanos ubicados en la comunidad El Carrizal, en Tarímbaro.
El ciudadano que prefirió quedarse en el anonimato, narró a primeraplananoticias.mx su experiencia al llenar el tanque de gasolina de su camioneta, cada domingo en la toma huachicolera de la comunidad.
“Todo el pueblo sabía cómo estaba el pedo. Los huachicoleros estaban en el cerro nomás checándote, pero nos dejaban llenar los domingos y ahí llegábamos entre 30 y 50 personas con camionetas. Ahora al ver lo de Hidalgo, tuvimos mucha suerte, ahora lo vemos y pensamos que solo porque Dios es muy grande, si no, ahí hubiéramos prendido con la pinche camioneta”, expresó.
Aun con nerviosismo en la mirada, el informante señaló que los ductos perforados se encontraban sobre una parcela de maíz, para disfrazar la toma con todo y las mangueras y todos los diestros aditamentos para perforar los tubos; los huachicoleros construyeron una casa de cartón “de esas que usan para guardar herramientas en el campo, les servía para taparle el ojo al macho, pero todos sabían qué pasaba ahí”.
“Esos weyes querían que la gente no dijera nada y pues a todos nos daban chance de llenar los domingos, pero eso sí, entre semana, nada de arrimarse ahí, tu nomás veías cómo pasaban los camiones torton color verde, pura pipa grande”, mencionó.
Informó que los huachicoleros “les encargaban” que una vez concluido el llenado de tanques “dejaran todo como estaba”, (cerrar válvulas, doblar mangueras y cerrar la choza de tejas)”.
“El ducto perforado tenía una válvula chingonsota, ya la abrías, conectabas la manguera a tu tanque y en menos de un minuto ya lo tenías lleno, si no te ponías vivo, te bañabas en gasolina. La presión era como de esas mangueras que traen los bomberos”, añadió.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, todos los días reitera que el robo de combustibles a Pemex le costaba a la nación 65 mil millones de pesos anuales y ha implementado una fuerte estrategia contra los huachicoleros, pero también asegura que irá contra los ladrones de cuello blanco (empresarios y funcionarios que se hacen de la vista gorda) que les compran la gasolina a los delincuentes.
Por lo menos el SAT ha detectado a 194 contribuyentes con inconsistencias fiscales por un monto de tres mil 217 millones de pesos, esto en los empresarios gasolineros dueños de estaciones de servicio de Ciudad de México, Michoacán, Estado de México, Tamaulipas, Baja California, Jalisco y Puebla.
En materia de procuración de justicia, se han integrado más de mil 700 carpetas de investigación y asegurado 4.5 millones de barriles por la Sedena. Pero López Obrador ha dejado bien claro, que mientras el pueblo siga ayudando a los huachicolaeros, los esfuerzos para frenar el fenómeno, serán vanos.