San Juan del Río, Querétaro – HuffPost México
Luego de tres años y cuatro meses de estar encarcelada acusada de homicidio doloso por haber dado a luz de manera involuntaria en el baño de la tienda Liverpool en la que trabajaba, Dafne McPherson, fue liberada el pasado 23 de enero.
El Grupo de Acción Derechos Humanos, organización que acompañó el proceso legal de Dafne, confirmó a través de redes sociales la libertad de la joven de 29 años.
El 17 de febrero de 2015, Dafne McPherson se sintió mal durante su jornada de trabajo en el Liverpool de San Juan del Río, Querétaro, lo que la hizo ir al baño. Después de sentir un fuerte dolor se dio cuenta que acababa de tener un bebé que murió antes de que los servicios médicos acudieran al lugar. Hasta ese momento, Dafne no supo que estaba embarazada.
“Tenía miedo. Tenía mucho miedo. Hay muchas cosas de las que no me acuerdo. Perdí el conocimiento. Cuando reaccioné estaba la enfermera, le abrí la puerta y ella me dijo que todo iba a estar bien. Me tuvieron más de una hora con los paramédicos diciéndome que me iban a ayudar, me tomaban de la mano, pero no me hicieron nada. Cuando me llevaron al hospital dejaron a mi bebé ahí”, dijo McPherson en una entrevista con El País.
De acuerdo con Karla Micheel Salas, abogada integrante del Grupo de Acción Derechos Humanos, la Fiscalía de Querétaro, que acusaba a Dafne de homicidio calificado en perjuicio de su hija recién nacida, no aportó pruebas científicas para inculparla, por lo que la mujer fue absuelta.
Las pruebas presentadas por la defensa establecieron que médica y científicamente era posible que Dafne no supiera que estaba embarazada y que el día de los hechos entró en shock. Además de que la atención médica que recibió no fue la adecuada.
McPherson había sido diagnosticada con hipotiroidismo, por lo que el aumento de peso y la irregularidad del periodo menstrual fueron interpretados como normales.
El fiscal del caso, Gustavo Dolores Acosta, durante el juicio en 2016, dijo que ni las perras harían lo que hizo la dependienta: “Ni un perro hace eso, ni una perra. Que ve que su hijo nació y va a procurarle la muerte. Es por instinto”, afirmó con altanería el fiscal, que fue inhabilitado por estas declaraciones durante 30 días y después regresó a su puesto.