Ciudad de México.- El madridista Luka Modric, capitán de la selección de Croacia, que mañana jugará la final del Mundial de Rusia 2018 contra Francia, cuidaba cabras en una montaña llena de lobos cuando era un niño, informa la prensa local.
La energía y temple extraordinarios del futbolista estriban de la montaña de Velebit, donde creció como niño en condiciones de una naturaleza intacta preservada en pocos rincones del mundo, relata el diario electrónico Index, informó Excélsior.
En el filme “Wolf Attack Sequence”, grabado en Velebit en 1990, aparece en el minuto 2 el pequeño Luka, de entonces cinco años de edad, cuidando cabras en las montañas.
El ahora centrocampista del Real Madrid nació en septiembre de 1985 en la cercana ciudad de Zadar (entonces Yugoslavia) en el seno de una humilde familia de pastores que vivía en la zona de Velebit.
El autor del documental, Pavle Balenovic, dijo a Index que el objetivo del documental fue “contribuir a una mejor comprensión de los lobos y a un cambio de la actitud negativa hacia ellos”.
Contó que, rodando el filme, llegó a conocer a la familia Modric, “buena gente”, que vivía en la región.
“Así filmé a mi amigo y a su hijo, mientras estaban juntando un rebaño de cabras.. y las cerraban en un aprisco. Poco después, la guerra destruyó su hogar. Todo cambió y dejé de verlos…. Se fueron, así como mucha gente de la zona”, contó Balenovic.
El documentalista asegura que durante mucho tiempo no supo qué había pasado con esa familia, con ese niño, cuyo querido abuelo fue ejecutado delante de su casa, y que tuvo que refugiarse en Zadar.
“Pero hace unos pocos años supe del pequeño niño que ayudaba a su padre en mí video, es Luka Modric”, cuenta Balenovic.
Además, recuerda que la zona llegó a estar llena de minas antipersonas durante la guerra y que debido a ese y otros cambios, la mayoría de los humanos y los animales abandonaron la zona.
Balenovic, amante de los lobos y de la naturaleza, considera que Modric tuvo una suerte extraordinaria de poder vivir y crecer de niño en esa hermosa región cuando todavía estaba intacta.
“Luka Modric, que pasó su niñez más tierna en un hábitat de lobos, una criatura singular y grandiosa, y todas las generaciones después de él, deben estar orgullosas de eso”, concluye.