Después de unos primeros 45 minutos sin mucho que destacar, el cuadro japonés inició la parte complementaria dando la campanada. Al minuto 48, Genki Haraguachi aprovechó un error de Jan Vertonghen a la hora de controlar una pelota, el cual lo dejó enfilado hacia la portería de Thibaut Courtois, a quien superó con un disparo potente y cruzado.
Tres minutos después, y ante la sorpresa, incluso de los mismos fanáticos asiáticos, Takashi Inui hizo el 2-0, con un tiro de fuera del área bien colocado, que no pudo alcanzar el arquero belga.
Pero Vertonghen lavó su error y al minuto 69, cuando Japón tenía controlado el duelo, le dio vida a su país. Al 73, Marouane Fellaini, quien tenía nueve minutos en el terreno de juego, igualó el marcador con un remate de cabeza, en un centro que nació de una segunda jugada a un tiro de esquina.
Todo apuntaba a los tiempos extra. Se jugaban los cuatro minutos de compensación, cuando Bélgica tomó mal parada al equipo japonés, y en una descolgada perfecta Meunier llegó solo por la banda derecha, centró para Lukaku, que inteligentemente dejó correr la pelota para la llegada de Chadli, quien solo tuvo que empujar el esférico para hacer el 3-2, cuando el reloj estaba por completar los cuatro minutos agregados.
Y no hubo más, los Diablos Rojos se llevaron un triunfo sufrido, dejando a los jugadores nipones tendidos en el terreno de juego. Ahora tendrán que enfrentar a la Selección de Brasil por el pase a las Semifinales de la Copa del Mundo 2018.
