Guadalajara, Jalisco.- La novela está llegando a su fin. Rodolfo Pizarro le ha dado el sí a Rayados de Monterrey y el tamaulipeco asumió con resignación que se irá del Rebaño.
Pizarro y su entorno le han dado el sí a la propuesta realizada por Duilio Davino, y lo único que separa a Pizarro de ser anunciado oficialmente como elemento es la espera por una oferta de Europa, ya que saben que hay interés de los dos grandes de Holanda, pero las ofertas son inferiores de la del cuadro norteño.
Informaciones vertidas desde las oficinas de El Barrial indican que el jugador le ha dado el sí al presidente del conjunto norteño, que Davino ya le informó a Diego Alonso que Pizarro aceptó las condiciones de los norteños.
Pizarro sabe que no es bien visto por la directiva, que se le acusa de ser un tipo rebelde, sólo por pelear por los tres millones de dólares que les deben desde el 28 de mayo pasado cuando le ganaron la final a Tigres. Pese a que los hombres de pantalón largo lo negociaron a Rayados de Monterrey, el técnico Matías Almeyda, le pidió a Pizarro que se quede porque entra en sus planes deportivos, pero al parecer la oferta económica de Rayados, así como el trato de la directiva norteña y que allá sí hay pagos por primas y no hay problemas económicos, le gustó la propuesta de Rayados, aunque espera el último tren para irse a Europa.
Más allá de la versión que apunta a que Davino ya se le avisó de que Pizarro aceptó las condiciones para irse con los regios, en Guadalajara algunos jugadores de los más cercanos a Pizarro han comentado que el jugador empezó ya a despedirse de ellos.
Algunos dicen que el miércoles por la noche Pizarro les ha avisado que se va a la Pandilla de Monterrey, que al final tiene ganas de revancha en este equipo, después de los problemas que tuvo en Chivas donde lo tildaron de problemático.
Con la salida de Rodolfo Cota y ahora la información de que Pizarro le ha dado el sí a Rayados de Monterrey, queda en el aire la continuidad de Matías Almeyda, el Pelado había dicho al vestidor que él esperaba que se mantuviera la base y que llegaran jugadores para reforzar su plantilla, ahora la realidad es que hay más restas que sumas y eso no le gusta nada a Almeyda, de entrada el Rebaño ha perdido su columna vertebral. Ya se fueron el portero, el defensa zurdo que organizaba las salidas y el Gallo Vázquez, el mejor contención del futbol mexicano.
Del equipo campeón quedan pocos vestigios, si se confirma la partida de Pizarro la continuidad de Almeyda pende de un hilo. El Pelado puede dar el paso al costado si se confirma la desintegración del Rebaño campeón.
Con información de: Milenio
