Santiago, Chile.- El escritor Mario Vargas Llosa afirmó hoy en esta ciudad que un eventual triunfo del izquierdista Manuel López Obrador en las próximas elecciones presidenciales de México “da motivos para estar preocupados”.
“Su gestión podría empujar a México a un desastre, no a una catástrofe como Venezuela, pero con consecuencias muy negativas para América Latina”, dijo el ganador del Premio Nobel de Literatura 2010 en un foro sobre “Solidaridad Democrática en América Latina”, organizado por instituciones liberales en la capital chilena.
Vargas Llosa recordó que López Obrador se formó políticamente en el PRI, “es decir en la demagogia, el populismo, la irresponsabilidad, en confundir los deseos con la realidad”, según informa la agencia EFE.
En ese contexto, el escritor llamó a los mexicanos “a que miren lo que pasa en Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia y vean adónde puede conducir la irresponsabilidad electoral”.
“Todavía hay espacio para que los mexicanos sopesen lo que está en juego y ojalá ese gran país no se suicide eligiendo a un demagogo y populista irresponsable”, subrayó.
El literato achacó al presidente estadounidense, Donald Trump, una buena parte de la responsabilidad de que López Obrador asome como el candidato favorito.
“Con sus ataques e insultos a los mexicanos, Trump ha favorecido a López Obrador, con gran irresponsabilidad, pues Estados Unidos tendrá problemas con un gobierno mexicano populista y demagogo”, apostilló.
El foro, en el que estuvieron también los expresidentes de Costa Rica, Óscar Arias, y de Bolivia, Jorge Quiroga, además de la disidente cubana Rosa María Payá y los opositores venezolanos Antonio Ledezma y Tamara Sujú, se concentró principalmente en Venezuela.
Tamara Sujú coincidió con lo señalado por Ledezma en una entrevista previa al foro, en que la crisis de Venezuela se resuelve sólo con la salida de Nicolás Maduro, y afirmó que “la narcotiranía no sale con votos”, en referencia a las elecciones del próximo 20 de mayo.
“Venezuela vive una tiranía única en la historia latinoamericana, vive un horror que pocos imaginan, vive una hambruna, crisis humanitaria, no hay medicinas ni comida, el Estado no aporta seguridad ni protección, las elecciones están totalmente amañadas”, describió Sujú.
Ante una pregunta del público, Vargas Llosa se manifestó reticente a la idea de una salida militar en Venezuela, subrayó su rechazo “a los rebrotes nacionalistas” y dijo que “sólo en casos extremos” una intervención exterior podría justificarse, pero consideró que sería mejor resucitar una idea del expresidente venezolano Rómulo Betancourt.
Se trata de crear una coordinación regional para cercar a las dictaduras y cerrarles las vías de supervivencia, aislándolas. “Parece una manera mas efectiva para asfixiar a las dictaduras que una intervención militar”, planteó.
En un saludo al inaugurar el encuentro, el canciller chileno, Roberto Ampuero, dijo que a los regímenes populistas que devienen en autoritarios, como en Venezuela, “hay que enfrentarlos con nuestras convicciones”, con demandas de “elecciones libres, voto secreto y sin restricciones”.
El expresidente de Bolivia Jorge Quiroga declaró en su intervención que “la libertad siempre prevalece, los tiranos siempre terminan”, y consideró que el populismo bolivariano, asentado también en su país, “está retrocediendo pero aún hay batallas por librar”.
Denunció además que el gobierno que encabeza en Bolivia Evo Morales está “supeditado a la narcotiranía venezolana”.
El expresidente de Costa Rica Óscar Arias, ganador del Premio Nobel de la Paz, advirtió que en Latinoamérica “seguimos sin reformas necesarias consolidadas para fortalecer el Estado de derecho, presas del mesianismo y el populismo, incapaces de garantizar la independencia de poderes”.
“De nada sirve deshacerse de líderes autoritarios para que lleguen otros, mesiánicos y populistas”, consideró.
En ese contexto, Vargas Llosa advirtió que en la región, las elites políticas y económicas “han abierto las puertas al populismo y muchas veces han favorecido a las dictaduras sobre las democracias”, aunque admitió que las elites intelectuales, aunque a regañadientes, se inclinan actualmente más a favor de la democracias.