Morelia, Michoacán.- Hoy los albañiles festejan un año más de bendiciones en el Día de la Santa Cruz, con la presentación de este símbolo religioso para su bendición en el templo de San Diego en la capital michoacana.
Como cada año, los albañiles de manera individual o en grupo asisten a los diferentes recintos religiosos para celebrar misa, agradecer por los trabajos brindados por la providencia en el año y llevar las diferentes cruces adornadas vistosamente para que sean bendecidas, las cuales después colocan en las diferentes construcciones en las que laboran.
Los diferentes encargados de obra acudieron con sus chalanes y abarrotaron las inmediaciones del Templo Guadalupano, cercano a la Plaza Jardín Morelos, cargando cada uno con la cruz que los protegerá durante el resto del año. Además llevaban algunos de sus instrumentos de trabajo para que sean bendecidos para poder construir sus obras con mano firme.
Entre cantos y rezos pasaban los obreros presumiendo la creatividad en la hechura de sus diversas cruces, mientras otros más compraban de último momento la cruz que los comerciantes ofertaban a un lado del templo.
Así como hoy, Día de la Santa Cruz, es reconocido como su día, los albañiles también festejarán su oficio en las respectivas construcciones en que trabajan, no sin antes llevarse la bendición y que sus plegarias sean escuchadas.
Tras ser bendecido el artefacto que alguna vez fue símbolo de tortura romano y que ahora se convirtió en la imagen de la Iglesia Católica, los constructores llevarán la cruz para colocarla en lo más alto de su obra, además de festejarse con unas merecidas carnitas y unas cervezas frías, para después continuar con la construcción del progreso de la capital michoacana, pues sin su esfuerzo la ciudad no sería la que es hoy en cuanto a infraestructura.
La tradición dicta que un 3 de mayo del año 326 después de Cristo la madre del emperador romano Constantino, Santa Helena, encontró los restos de la cruz donde fue martirizado Jesús.
Siglos después, con la evangelización en Nueva España, se impuso esta festividad entre las comunidades agrícolas. Con el tiempo muchos de los campesinos emigraron a las ciudades y dejaron de trabajar en el campo para tomar el oficio de la albañilería, sin dejar de festejar este día entre sus comunidades.
Y es así que con el transcurso de los años empezó a colocarse una cruz en las construcciones que ellos trabajaban y se conformó esta tradición que con mucho orgullo hoy festejan en Morelia.