Morelia, Michoacán.- La capital michoacana, en especial su Centro Histórico, luce colapsado en sus vialidades por la conmemoración del Día del Trabajo, en la que miles de trabajadores agremiados a los diferentes sindicatos del estado salen a manifestarse por sus derechos laborales.
Un desfile de pancartas, mantas, sombrillas, gorras y sombreros se alistaba en las cercanías del Jardín Morelos, pues desde las 9:00 de la mañana llegaban por sus propios medios los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores en la Educación (CNTE), de la Sección XVIII, del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM), y de otros más pertenecientes a los gremios sindicales adheridos al Frente Estatal de Sindicatos de Educación Media Superior y Superior (FESEMSS).
Entre la organización para que iniciará la tradicional manifestación, algunos aprovechaban para desayunar, otros buscaban refugio en la sombra, mientras otros más se ponían al tanto de la vida de sus amistades.
Cerca de las 10:00 de la mañana arrancaba la megamanifestación; ordenados por secciones o instituciones, los trabajadores gritaban una serie de consignas que iban desde el:
“¡De Norte a Sur, de Este a Oeste, ganaremos esta guerra, pese lo que pese!”
Hasta el:
“¡Silvano, Silvano, cuéntanos bien, no somos pocos, no somos cien!”.
Cuando partía el primer grupo de trabajadores, ya se alistaban también los pertenecientes al Frente Cívico Social (FCS), junto al Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), que esperaba el espacio para aglutinarse a la columna ya iniciada.
El contigente masivo reclamó sus derechos laborales, mejor pago salarial y mejor trato patronal; exhibió pancartas que exigían la liquidación de salarios devengados, junto a sus prestaciones adeudadas, mientras recorría gran parte de la avenida Madero, pues el punto neurálgico será el primer cuadro, donde enfrente de Catedral, en Palacio de Gobierno, los oradores aguardan para exhalar sus discursos en una acción de protesta para mejorar sus condiciones laborales o, tal vez, de los trabajadores michoacanos.
Mientras, los automovilistas tienen que rodear la valla humana que recorre el Centro Histórico. Algunos han apagado sus motores, otros buscan alternativas viales, y sus talantes reflejan su estrés por encontrarse atorados en el tráfico, mientras que unos más buscan distraerse en el teléfono o en lo que pasa a su alrededor, en la manifestación.
Tras una hora de recorrido llegaban los primeros cuadros de manifestantes, mientras el primer cuadro se llenaba de una postal de sombrillas y mantas. Hoy las plazas principales de Morelia se repletan de consignas, pero por unas horas más, pues cerca de las 3:00 de la tarde se retirarán.
Algunos trabajadores, ya terminada su participación en la marcha, acuden a los portales del Centro Histórico para abarrotar los cafés, restaurantes o bares, buscando aliviar su sed o hambre en compañía de sus similares, quienes guardan sus mantas y banderas de lucha para degustar los platillos o bebidas típicos de la Ciudad de la Cantera Rosa.
Así, en estos momentos transcurre otra celebración mas del Día del Trabajo, un día que festeja al trabajador, pero aún exige y demanda un mejor trato en lo que día a día realiza para llevar el sustento al hogar, en un Centro Histórico ya acostumbrado a las manifestaciones que habitualmente tiene Morelia, como naturaleza propia de su ámbito laboral.
