Morelia, Michoacán.- Indira Rascón García murió atropellada mientras hacia su trabajo. Reportaba para TV Azteca una marcha del magisterio michoacano. Ahora la empresa puso al frente de los padres de la reportera a su pelotón de abogados para evitar pagar cualquier reparación.
Fue el 11 de noviembre de 2015 cuando Indira llegó a cubrir una de las múltiples manifestaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y estudiantes normalistas a la Salida a Salamanca de esta capital, cuando Gerardo Barrera Pérez pasaba por la zona en su camioneta y por alguna razón no la vio frente a él y le pasó por encima, provocándole una seria fractura craneoencefálica, por la que fue sometida a una intervención quirúrgica de emergencia. El conductor responsable esperó en el lugar a las autoridades y fue aprehendido por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
La periodista de 24 años perdió la batalla por su vida una semana después, el 18 de noviembre a las 11:50 de la mañana, y la empresa expresó públicamente sus condolencias y asumió la desgracia como propia, reconociendo abierta y expresamente su responsabilidad. En esos momentos, TV Azteca ofreció a los deudos de su corresponsal “todo el apoyo” necesario, llegando inclusive a hablar a los padres de Indira, según la versión de ellos mismos, a ofrecerles una pensión permanente.
Mientras tanto, los padres de la comunicadora autorizaron la donación de todos sus órganos, por lo que el corazón de Indira aún late en algún lugar dando vida a otro ser humano.
Dos años y medio después, los padres de Indira han sido revictimizados una y otra vez, pues después de no conseguir reparación por parte del Sistema Judicial ni de la seguridad social, hasta hoy libran una batalla interminable contra el gigante corporativo mediático, que después de que las luces de la opinión pública se alejaron del caso, decidieron deslindarse de toda relación con la comunicadora que dio su vida trabajando para ellos.
Y esto se debe a que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos obliga a las empresas en estos casos a indemnizar a los deudos de los trabajadores fallecidos en el ejercicio de su profesión, y la ley laboral que regula este derecho establece que el monto de la reparación es superior al medio millón de pesos.
Hoy los familiares tuvieron una nueva reunión con la empresa en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, y contaron a la prensa que lo que se encontraron al llegar a la cita fue un pelotón de abogados que los esperaba con toda la artillería legal en mano. Indira Rascón, les dijeron, nunca tuvo relación laboral con TV Azteca, puesto que fue contratada por medio de una subsidiaria y esta dejó de existir. Por lo tanto, a la compañía no le corresponde indemnizar a nadie por la muerte de la trabajadora.
El abogado de la familia, Víctor Manuel López Rodríguez, manifestó que el argumento de la corporación es violatorio de los derechos fundamentales de la finada, puesto que ni la Constitución Mexicana ni las leyes en la materia permiten a las empresas deslindarse de los derechos de los trabajadores por medio de subcontrataciones.
La madre de la víctima, Griselda García Moreno, denunció ante los medios que además la familia logró comprobar por medio de un peritaje particular la responsabilidad del conductor Gerardo Barrera, puesto que iba a más de 100 kilómetros por hora al momento del impacto, y que fue gracias a que este último entregó 30 mil pesos al perito encargado del caso que la PGJE de ese entonces se desistió de establecer su responsabilidad, con lo que no hubo castigo ni reparación para los deudos por esta parte.
El padre de Indira, con su chaleco de TV Azteca aún chorreado de sangre en las manos, narró cómo la empresa los citó en Ciudad de México, a él y a su esposa, y quisieron terminar el asunto entregándoles un finiquito, pero no mediante un documento normal, sino en uno que al firmar eximían a la corporación y a todas sus subsidiarias de cualquier tipo de responsabilidad. Al negarse a firmar, los despidieron, y en una posterior cita los volvieron a hacer ir a la capital del país, pero esta vez para amenazarlos, aseguró.
El progenitor de la comunicadora que entregó su vida al periodismo aclaró que en repetidas ocasiones ha manifestado a los abogados de la compañía que no se trata del monto del dinero, sino de respetar el nombre y la memoria de su hija otorgándole todos los derechos que se ganó como trabajadora, pues son los que ella en vida hubiera defendido a capa y espada.
La respuesta de TV Azteca fue en doble medida lapidaria para ellos, pues según manifestaron al no reconocer que Indira Rascón trabajaba para TV Azteca y cerrar su empresa satélite causaron que sus familiares perdieran la última vía por la que podrían obtener un resarcimiento, ya que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), si bien reconoció la responsabilidad por riesgo laboral de la empresa contratante, al no ser esta oficialmente TV Azteca, sino la inmobiliaria Polconar, que fue dada de baja, Indira perdió todos sus derechos también en este frente.
A pesar de que en un documento en poder del padre de la ex corresponsal, el IMSS ya manifestó oficialmente que considera que TV Azteca de manera dolosa buscó beneficiarse por medio de su institución y la manipulación legal, negó la posibilidad de reconocer los derechos laborales de la fallecida.
Así las cosas en México. La paz no llega para la familia de Indira Rascón, pues la empresa para la que trabajaba decidió convertir su luto en una guerra legal, y los padres tendrán que continuar en audiencias y gastando sus recursos para seguir viajando fuera de su ciudad en pos de hacer respetar el nombre de su hija, que perdieron a manos de un sistema para el cual los periodistas, los trabajadores, los ciudadanos, las personas, no valen más que unos pesos, y se pueden reemplazar.