Morelia, Michoacán.- Miles de creyentes participan este Viernes Santo en las diversas expresiones religiosas que se manifiestan en los espacios públicos de ciudades y poblados, mientras los turistas son testigos de las arraigadas costumbres y tradiciones de un pueblo fiel a sus creencias.
En Zamora, esta mañana una multitud de varones protagonizó la Procesión del Silencio. Enormes esculturas de Jesús crucificado y de su madre, María, en su advocación de la Virgen de la Soledad, recorrieron las calles del centro de esta ciudad, de profundas raíces religiosas. Las cifras señalan que participaron cerca de 20 mil fieles en la marcha silenciosa.
En la histórica Tzintzuntzan, capital del antiguo imperio purépecha y desde donde inició la primera evangelización, se vivió intensamente la representación del Viacrucis que fue recreado por habitantes de este municipio indígena. El Atrio de los Olivos del exconvento franciscano se colmó de fieles y turistas mientras un creyente era azotado y llevado a la cruz.
Tlalpujahua vivió también el Viacrucis de Viernes Santo. Los momentos bíblicos de la aprehensión, juicio, muerte y crucifixión de Jesús fueron escenificadas por decenas de actores en el recorrido por las calles empedradas de este Pueblo Mágico que desde hace 76 años realiza las celebraciones de La Pasión.
Zamora, Michoacán vivió con intensa religiosidad otra de sus celebraciones del Viernes Santo: la visita al Señor de la Salud. La imagen, milagrosa para sus miles de devotos es resguardada en el templo de El Calvario.
Cada año llegan a dar gracias al santo fieles de municipios michoacanos y de los vecinos estados de Jalisco, Guanajuato, Colima y Querétaro.
Esta noche también se desarrollará la Procesión del Silencio en la capital michoacana, ante la presencia de miles de espectadores morelianos y visitantes.
