Morelia, Michoacán.- “Nací para escribir y componer y lo estoy haciendo; no soy un imán de multitudes, soy un labriego de la composición que acaricia el alma con sus canciones”. Así se autodefinió el compositor Martín Urieta en su homenaje celebrado este 17 de marzo en el Teatro Morelos.
El compositor se abrió con el público que se dio cita a su homenaje y señaló que “la neta no sé qué sentimientos amalgaman mi alma en este momento, quizás la nostalgia al recordar mi infancia, para luego internarme en Morelia y escribir mis primeras canciones”, compartió.
Sencillo, pero claro y certero, Urieta no se consideró merecedor de las alabanzas que le han hecho sus seguidores durante sus décadas de carrera, considerándolo como “El poeta del pueblo”, y para ello explicó que la definición más poderosa de poeta, es la referida por el escritor francés Víctor Hugo.
“Nunca acepto que me digan poeta, porque la definición más clara es de Víctor Hugo, quien decía que para ser poeta se necesita sentir hondo, pensar alto y hablar claro y reunirlas es difícil”, refirió.
El autor de “Acá entre nos” consideró que los compositores son los labriegos que dan ordenanza a las letras y la música y no son un imán de multitudes, sin embargo son los creadores auténticos de las canciones acariciadoras de almas.
Con una naturalidad innegable, Martín Urieta reflexionó que al igual que un albañil, un abogado o un doctor, él cumple con la función que la madre naturaleza le dio, y pese a las vicisitudes y críticas, salió a flote en la industria musical, no sin antes, tener un sinfín de rechazos.
“Nací para escribir y componer y lo estoy cumpliendo. Éste homenaje dignifica mi vida como autor y como ser humano”, concluyó el maestro compositor michoacano.
Acto seguido, dio inicio el homenaje musical con la participación de la Orquesta Sinfónica de Michoacán (Osidem) el Mariachi Ordaz de Purépero, el Coro de los Niños Cantores de Morelia, Héctor Miranda, Ángela Miranda, Valente Pastor, Rodrigo de la Cadena y Yoshio.
