Ciudad de México.- De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los mexicanos tienen la segunda prevalencia más alta de obesidad, y en la población adulta masculina aumentó, principalmente en zonas rurales, de 61.1% en 2012 a 67.5% en 2016; por lo que en el marco de la estrategia nacional “Febrero, mes de la salud del hombre 2018”, el ISSSTE impulsa programas preventivos para evitar este padecimiento en la derechohabiencia.

La directora de la Escuela de Dietética y Nutrición (EDN) “Dr. José Quintín Olascoaga Moncada”, Luz Elena Pale Montero, destacó que, a pesar de que el sobrepeso es un problema a nivel mundial, los hombres se tardan más en buscar una solución que las mujeres, esto debido a “que se preocupan menos por su salud; es importante educar a la población masculina para que consuma la cantidad de alimentos necesarios”.

La nutrióloga especificó que en el Centro de Dietética y Nutrición del ISSSTE, pocos son los varones que lo visitan para solicitar un plan de alimentación individualizado, y, agregó, que los adultos mayores de 40 años de edad son más propensos a sufrir un infarto, el cual lo puede causar el sobrepeso y obesidad.

Según la OCDE, se proyecta que para 2030 el 39 por ciento de los mexicanos sea obeso. Debido a este padecimiento, según la Organización, se explica porque México tiene la prevalencia más alta de diabetes (15.8% de los adultos afectados, más del doble del promedio de la Organización de 7%).

Ante estas cifras, Pale Montero invita a derechohabiencia y población en general a visitar la EDN la cual ofrece “una atención multidisciplinaria entre nutriólogo, acondicionador físico y psicólogo, ya que el sobrepeso puede ser un padecimiento causado por el estado emocional. Tratamos cualquier tipo de padecimientos, no sólo la obesidad, sino personas con diabetes, hipertensión y otras enfermedades que afectan el estado de desnutrición del paciente”.

Asimismo, el ISSSTE impulsa el Programa de Prevención y Regresión del Sobrepeso y Obesidad (PPRESyO), que tiene por objetivo mejorar la alimentación, calidad de vida y prevenir de enfermedades crónico degenerativas.

Dicho programa consiste en que los nutriólogos registrarán datos (peso, estatura, medida de la cintura) y con ello iniciar el historial dentro del PPRESyO, al tiempo que evalúan el nivel de glucosa, perfil de lípidos y hemoglobina glucosilada. Según los resultados, el especialista recomendará la forma de mejorar los hábitos alimenticios, evitar subir de peso y modificar conductas que repercuten negativamente en el cuerpo.

De igual manera, el ISSSTE inició la campaña “Resta Kilos, Suma Vidas” en la que reta a los servidores públicos del Instituto a perder 2.6 toneladas de sobrepeso a través de la práctica de ejercicio y una dieta sana, así como a compartir su experiencia de una vida saludable en redes sociales, a partir del 11 de diciembre de 2017 y hasta el 2 de abril de 2018.

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