Foto: Facebook Deportados Brand

Ciudad de México.- Gustavo Lavariega toma la tinta negra del estante y la vierte en el bastidor. La silueta de un bad hombre con sombrero mexicano se plasma en una de las camisetas. No es cualquier hombre malo: los creadores de Deportados Brand decidieron poner la cara del mandatario de EU en el diseño de una de sus playeras.

El presidente Donald Trump culpó a algunos bad hombres mexicanos por la epidemia de drogas en todo su país y prometió: “Los vamos a sacar”. Además, amenazó con enviar tropas a México para detener a los bad hombres, a menos que el Ejército mexicano hiciera un mayor esfuerzo para detenerlos.

Deportados Brand es la primera marca de ropa diseñada por repatriados. La crearon Ana Laura López, Gustavo Lavariega, Eleazar Hernández, Adán Jácome y Diego Miguel María. Cuentan con más de diez diseños estampados en playeras y bolsas en los que se leen frases como: “chingones aquí y allá”, “deportados, pero no derrotados”, “the border crossed my life” (la frontera cruza mi vida).

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Los cinco deportados sueñan que las ventas de sus camisetas estampadas en serigrafía sean suficientes para reunificar a sus familias.

Desde hace un año Gustavo no ha podido ver a sus dos hijas que viven en EU. Anhela que la empresa crezca y genere las ganancias necesarias para que pueda comprar los boletos de avión para que vengan a visitarlo. También sueña con tener una casa digna para ellas.

Es un sueño compartido, el sueño mexicano de cinco deportados que surgió cuando desde hace un año Ana Laura López comenzó a tejer una red de apoyo de migrantes a la que llamó Deportados Unidos en la Lucha. Ella es uno de los últimos expulsados de Barack Obama. Después de trabajar 15 años en Chicago la detuvieron en el aeropuerto cuando pretendía viajar hacia Ciudad de México para regularizar su situación migratoria. Como sanción, no podrá volver a EU en 20 años. Allá se quedaron sus hijos: Dany, ahora de 14 años, y Ángel, de 16.

Gustavo estampa una vez más la imagen del bad hombre a la vez que recuerda cómo nació la empresa: “Nosotros vendíamos dulces en la calle, para identificaros mandamos a hacer unas playeras que comenzaron a gustarle a la gente”.

—Véndenos una playera, ¿no tienes playeras?, les decían a su paso.

 

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