Londres, Inglaterra.- Se plantó el Atlético en Stamford Bridge de cuerpo entero pero con la mitad de la mente. La otra mitad estaba en el Olímpico de Roma donde los rojiblancos se jugaban también el pellejo. La cosa estaba así. Estarían en octavos si ellos ganaban al Chelsea y el Qarabag puntuaba ante la Roma. No era contienda fácil.

El plan de Simeone ante el Chelsea incluyó al desterrado Fernando Torresen el once como pareja de Griezmann ante la sorpresa de muchos. Un ex del Chelsea para enfrentarse a este spanish Chelsea donde brilla especialmente el recién llegado Morata -también Azpilicueta y Cesc Fàbregas jugaron de inicio-.

De hecho, de Morata fueron las dos primeras intentonas de los ‘blue’. La primera cuando se cumplía el primer cuarto de hora y la segunda apenas cinco minutos después. La tercera, la más clara, fue de Zapppacosta con un tiro ajustadísimo al palo derecho de la meta rojiblanca. No pasó nada porque el guardián de la portería del Atlético es un gigante que lo repele todo, con nombre Jan Oblak.

Tampoco pasaba nada en Roma. 0-0. Todo iba bien para Simeone y para toda la hinchada rojiblanca. Así estaban las cosas al descanso. Con empate a cero en uno y otro campo.

Pero comenzó la segunda mitad y Oblak tuvo que hacer de nuevo de las suyas para mantener las cosas en su sitio. Un cabezazo de Christensen y otro testarazo de Morata.

El Atlético se recompuso metiendo el nervio en el cuerpo a los ingleses con un chutazo de Filipe Luis que se estampó en el palo derecho de la meta de Courtois. Fue entonces cuando el equipo de Simeone se volvió más bravo. Pero fue también entonces cuando desde Roma llegaron las peores noticias. Gol de la Roma. Gol de Perotti.

Coincidió este tanto romano al Qarabag con el de Saúl en Stamford Bridge. Un saque de esquina botado por Koke, tocado por Torres y rematado por Saúl, goleador de grandes citas, puso al Atlético por delante. En el banquillo de Simeone no se volvieron locos ni muchos menos porque ya sabían lo que pasaba en el Olímpico de Roma y porque la esperanza de que el Qarabag hiciese un gol parecía ya una quimera.

Las cosas empeoraron más aún porque el Chelsea hizo gol. Para colmo fue en propia puerta. De Savic. Así murió el Atlético en esta Champions. Con un empate en un gran escenario, en Stamford Bridge, que no les sirvió para nada, ante un Chelsea, que pasa a octavos como segundo de grupo -la Roma lo hace como primera-.
Ahora a los rojiblancos les queda la Europa League, una competición donde nació y se hizo grande esta época dorada del Cholo Simeone.
Fuente: CadenaSer

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