Silvano Aureoles y la política real
“Yo seguiré donde estoy”. Así, con esas cuatro palabras respondió el gobernador Silvano Aureoles cuando ayer se le preguntó sobre las advertencias del panista Rafael Moreno Valle y el jefe de Gobierno de CDMX, Miguel Ángel Mancera, de alejarse de la coalición PRD-PAN-MC en caso de que no se acordara un método de consulta abierta a los ciudadanos para elegir al candidato presidencial.
Pero Silvano, precandidato como el poblano y el capitalino, no está en esa línea. “Yo seguiré donde estoy”, enfatizó a los periodistas y directivos de medios de Michoacán con los que ayer se reunió para exponer los resultados de su reciente gira por China, a donde viajó para presentar y promocionar la Zona Económica Especial del puerto de Lázaro Cárdenas.
Entusiasmado y optimista se le notó luego del periplo Beijing-Shanghai-Hong Kong, donde conoció las experiencias de éxito y vertiginoso crecimiento económico del gigante asiático. Pero ese es otro tema, para otro día.
Porque a días de que las dirigencias de los partidos coalicionistas determinen el método de selección y con ello escriban el futuro que tendrá la alianza, los protagonistas tendrán que definir sus posturas individuales, personales, pero que incidirán en el resultado del producto.
No será lo mismo una coalición integrada con y por el consenso de todos, que un acuerdo roto por el enojo de algunos de sus iniciales convocantes, más si aspiraron a la candidatura, llámese Silvano, Mancera o Moreno.
Por eso era importante escuchar la posición del gobernador de Michoacán, sobre todo ahora aparecen las voces rupturistas, los malos presagios. Por eso fue importante escuchar decir a Silvano: “yo seguiré donde estoy”.
Se entiende que -ahora sí que literal- en el Frente de la batalla para construir la opción electoral que, como ha dicho desde que anunció sus pretensiones, es la que lo mueve y motiva: el cambio de régimen.
Definido el rumbo y el objetivo máximo, se aclaró que por Michoacán no será la ruptura. Si la hay.
Porque tampoco es imposible el otro escenario y seamos testigos los próximos días de una cascada de acuerdos. Es política real.
Aquí se queda… ¡aquí entre nos!
