Ciudad de México.- El auge del MP3 marcó un hito en la historia de la distribución de la música: con la posibilidad de comercializar canciones en internet, el formato físico pasó a un segundo plano en los primeros años de este siglo XXI.

Sin embargo, hay un público ávido por mantener la tradición de los discos en formato físico, particularmente los acetatos. Esos discos negros y de gran tamaño que habían caído en el olvido con la invención del CD, volvieron a ser populares en los últimos años. No solo los ejemplares manufacturados antaño y que se venden en tiendas de usados, sino también nuevas producciones, pues grupos contemporáneos se aferran a la tradición de lanzar sus álbumes en formato de LP.

A contracorriente de la caída de ventas que han tenido los discos compactos en los últimos 25 años, los vinilos han tenido un aumento en sus ventas, gracias a esa nostalgia y fidelidad que prometen a sus usuarios. En 2016, por ejemplo, fue el año en que más viniles se vendieron desde 1991, según la British Phonographic Industry. De la mano de este crecimiento en ventas, los equipos de audio con tornamesa también han visto incrementar su popularidad.

Apariencia contemporánea

Más allá de la tendencia vintage, en el mercado hay muchos productos que presentan una apariencia contemporánea. Algunos de estos son los que utilizan de manera profesional los dj, por lo que representan una garantía en cuanto a calidad. Marcas como Stanton tienen en su catálogo productos de alta calidad, con un precio que se puede considerar “caro” (arriba de cinco mil pesos), pero que tiene el respaldo, conviene si lo pensamos usar con frecuencia y no esporádicamente.

Gama amplia

La gama de tocadiscos es amplia en cuanto a precios, desde productos económicos de mil 499 pesos como la Ground Music Intempo, hasta ejemplares que duplican el costo, pero que ofrecen otros atractivos que bien vale la pena tomar en cuenta. Sin duda, uno de los más exitosos en el mercado es el tipo de tocadiscos que retoma la estética retro: pequeños muebles de madera donde el plato para recibir el disco y la aguja son el protagonista. A diferencia de los modelos de antaño, estos nuevos modelos incluyen radio digital  y conexiones USB, para utilizar las bocinas en esos momentos en los que no queramos poner un disco. Una marca con modelos en este estilo y presencia en México es Nakazaki.

A manera de maletines

Ocupando menos espacio, hay otros modelos que igualmente evocan el pasado, pero con un perfil más práctico. Lejos de ser un mueble, hay modelos de tornamesas que abogan por la portabilidad, como los de la marca Voltak. A manera de maletines, estos tocadiscos rememoran los fabricados en los años setenta, lejos de los muebles de los cincuenta. El estuche incluye bocinas.

Una cualidad que tienen algunos de estos modelos es la entrada y salida USB para colocar una memoria o conectarse a una computadora. En el tema de la salida, lo interesante y que buscan muchos compradores es la posibilidad de “respaldar” el contenido de los discos. Por ello, algunos modelos van con software especial para instalarse y grabar las canciones.

Su cuidado

Tal vez no todos lo recuerden, pero el cuidado de los discos en formato vinil es incluso mucho más delicado que el de los discos compactos. Con ambos lados de “información” de la música, un LP debe manejarse casi “con pinzas”, como dice el argot popular. Ya que no siempre la atención y cuidados funcionarán al 100%, hay recomendaciones básicas para mantener a los preciados discos en buen estado.

Por suerte, igualmente los aditamentos para limpiarlos han vuelto a las estanterías. Hay kits especiales que van mucho más allá de la jerga para quitar el polvo: líquido para su limpieza, esponjas y hasta una pequeña estructura de plástico para allí mismo sostenerlos y limpiarlos de manera más fácil. En México hay paquetes disponibles, como el Vinyl Styl Deep Groove, con un precio de dos mil pesos. Aunque pueda parecer costoso, el mantenimiento a los discos es clave para que tengan una larga y buena vida.

Otras opciones limitadas al paño o cepillo especial con el líquido para la limpieza rondan los 250 pesos.

Fuente: El Informador

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