Allá en el Frente había un chorrito…
Se hacía grandote, se hacía chiquito… Con la debida disculpa a la memoria del inolvidable Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri, empezamos así está columna. ¿De qué tamaño es el chorrito de la alianza PAN-PRD-MC?
Es más, ¿existe aún ese chorrito o ya de plano se secó?
Estamos hablando de una coalición cuyo futuro dará señales de la correlación de fuerzas y conformación del sistema de partidos que surgirá después de los comicios de 2018, independientemente de que el candidato presidencial que abanderen tendrá amplias posibilidades de ser el próximo jefe del Estado mexicano.
La encrucijada no tiene más que una salida. Porque si panistas, perredistas y emeceistas fracasan en sus negociaciones, sencillamente tendrán que olvidarse de la palabra triunfo. Ellos mismos llevaron la situación al extremo de poder afirmar que separados poco, muy poco es lo que valen.
Ya a estas alturas, a un mes del inicio de las precampañas, se puede decir que la constitución del Frente es de vida a muerte, sobre todo para perredistas y emeceistas. Si no tan grave es la situación en el PAN, es un hecho que los pleitos internos profundizarán la crisis blanquiazul en caso de que la alianza naufrague. Y será obligada la refundación.
Así es de que Frente o vida. No les queda de otra. Ellos mismos así lo jugaron: a cara o cruz.
Aquí se queda… ¡aquí entre nos!
