Morelia, Michoacán.- Con una catrina y un catrín de cuatro metros de altura dio inicio el desfile de huesudos y huesudas la noche de este martes 1 de noviembre. La avenida Madero se tapizó de esqueléticos ambulantes.
La comparsa inició partiendo de la Plaza de Villalongín justo a las 18:15 de la tarde. Mujeres y hombres ataviados. Ellos con trajes de sastre; ellas con vestidos de noche azules, negros y rojos, las tonalidades predominantes.
“Ya no se separen tanto”, gritaban los funcionarios del protocolo del Ayuntamiento de Morelia mientras deambulaba una catrina con vestido morado y alas de mariposa
Y a mitad del desfile, el alcalde sonreía con alegría mientras acompañaba el desfile, junto con tres de sus funcionarios.
Seguía la comparsa y proseguía la pasarela de vestidos entallados rojos, cremas, dorados. Unas más en zapatos de tacón. Otros catrines en zancos.
“Ay, se tropieza…”, le gritaban algunos morelianos.
“Vamos mañana al panteón”, gesticulaba el público.
“Hay niña no te atravieses”, le gritaba a una joven, una persona de la tercera edad en muletas a una jovencita que le interrumpía su fotografía maestra.
El desfile sigue; no para. Catrines en guayabera y catrinas en traje tradicional, con un ciclista al lado atrofiando las fotos.
Unos extranjeros asombrados paran su andar, sacan su celular y toman la foto del recuerdo; después, siguen su marcha.
“Pensé que esto era más bonito”, se queja un asistente.
Catrines maromeros haciendo parkour en plena avenida Madero, los más aplaudidos.
Después de 20 minutos, concluye el desfile, el alcalde dijo que fueron 2 mil 500 personas.