Ciudad de México.- Rumpelstiltskin es un perrito chihuahua que hace poco se vio forzado a comerse el cadáver de su dueño tras pasar dos semanas sin recibir alimento.
Su amo y mejor amigo falleció en su casa de Cancún, Quintana Roo, sin que nadie lo notara. El can, como un acto de supervivencia, terminó devorándose el cuerpo luego de que pasaran 14 días sin que nadie entrara a la vivienda.
Cuando la Policía notó que el hombre había fallecido, Rumpelstiltskin quedó a disposición de una organización que le buscó hogar y la usuaria de Facebook “Tyfanee Fortu” lo adoptó.
Fuente: Periódico el Zócalo