Morelia, Michoacán.- La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos podría formar parte de la Memoria del Mundo de la UNESCO. La solicitud ya fue hecha y sería la mejor noticia para cerrar el año del Centenario de la primera Constitución a nivel mundial en condensar un sentido social, refirió el académico Francisco Javier Burgoa Perea.
El profesor adscrito a la Facultad de Derecho de la UNAM participó en la Mesa de Diálogo “Constitución Política de 1917. ¿Una Constitución Social?”, celebrada la mañana de este 18 de octubre.
El también integrante del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México expuso que la Carta Magna de 1917 podría tener el reconocimiento internacional de la UNESCO, esto gracias a que en los artículos 3, 27 y 123 se emitieron preceptos para brindar educación al pueblo, dotar de una propiedad nacional al Estado y enaltecer los derechos del trabajador.
En una concisa charla sobre el devenir histórico de México en materia constitucional; el académico mexicano recordó que los orígenes del constitucionalismo se gestaron en Michoacán, ya que aquí se creó la primera constitución del país: la del 22 de octubre de 1814 en Apatzingán, cuyos principios perduran en la actual Carta Magna, concrétamente la división de poderes y la emanación de la soberanía a través de la libertad y la igualdad entre ciudadanos.
La segunda Constitución de México se gestó en 1824, tres años después de consumada la Independencia, en la que el Estado Mexicano contaba con una república democrática, pero aún con prominencia del Poder Legislativa por encima del Ejecutivo.
La tercera experiencia constitucional de México se generó en 1857, estableciendo las bases de un estado laico mexicano. Javier Burgoa rescató al constituyente de 1856 Ignacio Ramírez ‘El Nigromante’, quien acuñó la idea de derechos sociales (derechos a trabajadores de campo, protección a clases bajas y mujeres) en la constitución, sin embargo se descartaron sus preceptos, los cuales fueron retomados en la asamblea constituyente de 1916, de la cual nació la actual constitución del país.
Ya para el siglo XX, en 1910 México se convulsionó a raíz de 30 años del gobierno de Porfirio Díaz y tras 6 años de guerras de facciones, en 1916 se confeccionó el Congreso Constituyente. Al respecto, el académico de la UNAM precisó que dicho órgano sesionó en 66 ocasiones durante el lapso temporal que va del 1 de diciembre de 1916 al 31 de enero de 1917
Sin embargo, de los 136 artículos de la Constitución, bajo el análisis de Javier Burgoa son el 3, 27 y 123, los que la dotan de sentido social a la Carta Magna de los mexicanos.
En la creación del artículo 3 que señala una enseñanza es libre y laica, tuvo una importancia vital el michoacano Francisco J. Múgica, quien defendió la postura de una educación fuera de dogmas religiosos, cuyos antecedentes se centran también en el michoacano Melchor Ocampo filósofo de la Reforma de 1867.
En cuanto al artículo 27 que versa sobre las propiedades del territorio nacional, el académico comentó que dicho apartado constitucional sentó las bases para dar certeza a la propiedad social nacional y con ello erradicar los latifundios de tierras que se habían condensado en manos de uno cuantos durante el Porfiriato; Javier Burgoa fue enfático al reconocer que la defensa de esos preceptos en dicho artículo fue gracias al diputado constituyente Pastor Rouaix.
Y el tercer artículo que sustenta el sentido social de la Constitución es el 123, mismo que condensa los derechos de los trabajadores. Durante su disertación el experto en constitucionalismo mexicano resaltó que ese aspecto estaba pensado para que fuera una ley secundaria, sin embargo, gracias al empeño del diputado constituyente Heriberto Jara se concretó elevarlo a artículo constitucional.
“Esos tres son los pilares del sentido social de la Constitución Mexicana y por ello, se emitió la solicitud ante la UNESCO para que sea reconocida como Memoria Histórica del Mundo “, concluyó.
