Ciudad de México.- El pasado 7 de septiembre, tras el sismo ocurrido en las costas de Chiapas, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público inició el protocolo correspondiente para solicitar la activación del Bono Catastrófico. Conforme al contrato, los parámetros definitivos para efectos de detonación son verificados por el United States Geological Survey (USGS), agencia experta en medición de terremotos a nivel mundial.
Hoy se confirmaron todos los parámetros (latitud, longitud, magnitud, profundidad) para detonar la activación al 100 por ciento de la cobertura de sismo que provee el Bono Catastrófico, lo que representa el cobro de 150 mdd (aprox. 2 mil 700 mdp).
La activación de este instrumento, y su correspondiente pago, será recibido por el Fideicomiso FONDEN, lo que permitirá canalizar recursos adicionales para que continúe la importante tarea de reconstrucción o rehabilitación de infraestructura pública educativa, hospitalaria y carretera, así como de viviendas en situación de pobreza que sufrieron daños.
El Bono Catastrófico fue renovado como mecanismo de transferencia de riesgos el pasado 4 de agosto. Este mecanismo, denominado en el mercado como Bono Catastrófico “Fonden Cat 2017”, brinda protección al patrimonio del Fideicomiso Fonden durante 3 años.
El Bono Catastrófico otorga una cobertura de hasta 150 mdd para sismos, 100 y 110 mdd para huracanes que impacten las costas del Océano Atlántico y Pacífico, respectivamente. En esta transacción participaron un total de 37 inversionistas.
Las coberturas catastróficas constituyen una estrategia de política nacional de transferencia de riesgos para mantener finanzas públicas sanas y fuertes. México cuenta con una arquitectura integral de administración de riesgos y con un sector asegurador solvente que permitirán afrontar los recientes desastres naturales.
Además de los recursos provenientes del Bono Catastrófico, el Fonden cuenta con recursos presupuestarios disponibles que ascienden a 8 mil 243 mdp, así como con un seguro adicional de exceso de pérdidas de 5 mil mdp.
La contratación y activación del Bono Catastrófico consolida el liderazgo de México como un promotor del uso de esquemas financieros de transferencia de riesgos, con la finalidad de contar con mayor liquidez para enfrentar desastres naturales y garantizar un ambiente de estabilidad y certidumbre económica.