Ciudad del Vaticano.- La orden religiosa de los Legionarios de Cristo, marcada por las revelaciones de que su fundador Marcial Maciel abusó sexualmente de seminaristas y tuvo varios hijos, lidia ahora con un nuevo escándalo.
En una carta publicada ayer por la orden, el exrector de su seminario diocesano en Roma, el sacerdote Óscar Turrión, confesó haberse enamorado de una mujer hace años durante un momento de inestabilidad en la orden. En ese tiempo tuvo un hijo con ella y hace unos meses nació una bebé, informó Milenio.
“Nos produce profunda tristeza que la historia reciente de nuestra congregación haya sido causa de enfriamiento espiritual para algunos”.
Turrión, de 49 años de edad, era el rector del Pontificio Colegio Internacional Maria Mater Eclesiae desde 2014. El centro es una residencia para seminaristas diocesanos que estudian en universidades eclesiásticas en Roma. En la actualidad residen allí 107 seminaristas, la mayoría de India, África y América Latina, por debajo de los 200 que llegó a tener hace pocos años.
El asunto es especialmente delicado por el carácter diocesano internacional del seminario: otros obispos confiaban a sus seminaristas a los Legionarios de Cristo para que les ofrecieran un entorno de integridad mientras completaban sus estudios.
Aaron Smith, portavoz de la orden, declinó dar detalles sobre el caso por la privacidad de la familia. Confirmó que la mujer ya era mayor de edad cuando concibió al primer hijo de la pareja.
LA CRONOLOGÍA
En un comunicado de su Oficina de Comunicación Internacional, la orden religiosa detalla que el 27 de marzo de 2017, Turrión informó a los superiores que acababa de tener una hija, y pidió que se guardara reserva.
“Al conocer este hecho, los superiores procedieron a solicitar a la Santa Sede el nombramiento de un nuevo rector del seminario, que inició su mandato en el mes de agosto”.
“Por su parte, Óscar solicitó permiso para vivir un tiempo fuera de comunidad para reflexionar y orar. Su superior mayor se lo concedió, a tenor del can. 665 del Código de Derecho Canónico, con la restricción de no ejercer el ministerio sacerdotal en público.
“El 5 de octubre, reconoció que tuvo otro hijo. Además, manifestó su intención de abandonar el ministerio sacerdotal y de solicitar la dispensa”, se detalla la cronología de la congregación.
También se informó que posteriormente el cardenal Sean O’Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, sostuvo en agosto que “si un sacerdote tiene un hijo, su obligación moral es dejar a un lado el ministerio y satisfacer las necesidades que puedan tener la madre y el niño”.
La orden dijo ser “consciente del impacto” que creaba el “ejemplo negativo” del caso de Turrión para los seminaristas y los fieles, por lo que aseguró estar comprometida a una renovación.
“Como responsables de una institución que se encarga de la formación de candidatos al sacerdocio, somos conscientes del impacto que el ejemplo negativo de un formador y rector tiene entre ellos y los demás fieles de la Iglesia.
“Nos produce profunda tristeza que la historia reciente de nuestra congregación haya sido causa de enfriamiento espiritual para algunos. Estamos firmemente comprometidos en acompañar a nuestros hermanos en los momentos difíciles. Asimismo, reiteramos nuestro compromiso en el camino de renovación que seguimos recorriendo de la mano de la Iglesia”, señala el comunicado.