Sidney, Australia.- Una mujer en Australia se realizó un tatuaje en la espalda hace 15 años y nunca sospechó que la tinta con el que lo realizaron le causaría un “extraño cáncer”.

La mujer acudió al médico quien le diagnosticó linfoma, un tipo de cáncer en los gánglios, pero al estudiarlo más a detalle notaron que el “cáncer” no era otra cosa sino una bola de tinta negra que pertenecía al tatuaje de la mujer. La bola de tinta fue asimilado por su sistema inmunológico que varias células formaron un ganlgio a su alrededor.

La revista Annals of Internal Medicine documentó el extraño suceso. La publicación refirió que la mujer descubrió pequeños bultos debajo de sus brazos que luego condujeron al descubrimiento de la bola de tinta.

Los médicos australianos que atendieron a la mujer de 30 años, cuyo tatuaje fue realizado en el 2002 indicaron que las posibilidades de que un tatuaje cause este tipo de anomalías son muy bajas, pero que en esta ocasión, las células inmunes identificaron a la bola de tinta como una invasión que debía ser atacada y la rodearon para intentar absorberla sin éxito, por lo que se formó una masa de tejido a su alrededor.

La mujer no tenía cáncer. En su lugar los médicos extrajeron una bola de tinta que viajó de la espalda a la axila, las células permitieron que la tinta se conservara fresca durante estos 15 años.

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