Cataluña, España.- El gobierno independentista catalán, presidido por Carles Puigdemont, anunció esta madrugada una victoria del sí en el referendo separatista cuya celebración, prohibida por el gobierno español, estuvo marcada por la falta de garantías y la intervención de la policía española, muchas veces brutal, para intentar impedir que los ciudadanos pudieran votar.
El presidente catalán, en una solemne alocución rodeado por sus consellers (ministros) afirmó que “con esta jornada de esperanza y también de sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república”.
Puigdemont se refería a las cargas policiales, que dejaron un saldo de 844 personas atendidas en los servicios de emergencias, entre las cuales había 92 heridos graves y menos graves. Uno fue alcanzado por una pelota de goma en un ojo y otro sufrió un infarto durante una incursión policial, señaló un portavoz regional de Salud.
El Ministerio del Interior informó asimismo de 33 agentes atendidos por los médicos. Una plataforma de 44 organizaciones, entre ellas los dos grandes sindicatos UGT y CCOO y las dos principales asociaciones independentistas, llamó a una huelga general el 3 de octubre para condenar “la violencia ejercida por parte de las fuerzas de seguridad del Estado”.
La policía española intervino para cerrar varios puntos de votación, protegidos desde antes de la madrugada por muchas personas. De un censo electoral de 5.3 millones de votantes, se registraron 2.26 millones de papeletas, informó en rueda de prensa en Barcelona el portavoz del ejecutivo regional, Jordi Turull. Esto representa un porcentaje de participación de 42.3 por ciento.
El vocero precisó que en 400 colegios electorales de los más de 2 mil 300 previstos inicialmente no se pudo votar o contabilizar las papeletas por la intervención de la Policía Nacional y la Guardia Civil españolas.
Según el portavoz, 90 por ciento de los votos emitidos correspondía al sí (2’020,144) mientras que solo 7.8 por ciento (165,566) de las papeletas eran para el no. Hubo asimismo 2 por ciento de votos en blanco y 0.89 por ciento de votos nulos, afirmó Turull. Precisó que se trataba de resultados provisionales, a la espera de contabilizar unos 15 mil votos procedentes del extranjero.
Puigdemont acusó a Madrid de ejercer “el uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia” pero el jefe de gobierno español y líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, contestó que las fuerzas de seguridad “han cumplido con su obligación y con el mandato que tenían de la justicia”.
Al anticipar el cierre de colegios electorales, el gobierno local instauró a última hora un censo único para que los 5.3 millones de electores pudieran votar en cualquier centro. Eso permitió votar a Puigdemont, cuyo centro fue desalojado por la fuerza por la Guardia Civil.
Declaración unilateral
Tras la realización del referendo independentista, que el Tribunal Constitucional de España calificó de ilegal, lo que sigue según la hoja de ruta del gobierno catalán es la declaración unilateral de independencia, algo que en un principio ni siquiera Puigdemont tenía claro, no así muchos de sus aliados.
La ley de transitoriedad jurídica y del referendo aprobada hace unos días por el parlamento catalán, pero impugnadas por el Tribunal Constitucional, permiten que 48 horas después del recuento de la consulta independentista la Cámara autonómica pueda “efectuar la declaración formal de independencia de Cataluña, sus efectos y acordar el inicio del proceso constituyente”. Una acción que también carece del reconocimiento internacional.
Los analistas subrayan que el problema de Puigdemont es que no hay un entorno a su alrededor, más bien hay muchos y cada sector lo está presionando de manera extraordinaria, aunque se ha servido de todos para llegar a estas instancias.
El presidente acudirá al parlamento local ante el pleno de la Cámara catalana convocado para el 4 de octubre. Allí, Puigdemont podría declarar la independencia aunque nadie lo tiene claro. La otra alternativa es convocar a elecciones anticipadas.
En caso de una declaración unilateral de independencia, el gobierno de Mariano Rajoy advirtió que destituirá a Puigdemont y a todo su equipo. Para ello se servirá del artículo 155 de la Constitución, con lo que suspendería la autonomía de Cataluña. Además, instaría a la Fiscalía para que Puigdemont sea acusado del delito de rebelión, que está penado con entre 15 y 25 años de cárcel.
La instancia extrema de aplicar en Cataluña el artículo 155 sería consultada por el gobierno con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos (centroderecha), según fuentes de la casa presidencial de La Moncloa. El conservador PP tiene la mayoría absoluta necesaria en el Senado para la aprobación de dicho artículo, un trámite que requiere de al menos cinco días.
Claves
Quebec condena
• El gobierno de la provincia canadiense de Quebec dijo en un comunicado que “condena los actos de violencia” ocurridos en Cataluña y se ofreció para compartir con España y Cataluña su experiencia en “materia de conciliación”.
• El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó la “represión brutal” contra manifestantes que defendían el referendo independentista en Cataluña, y llamó “dictador” a su archienemigo, el jefe de gobierno Mariano Rajoy.
Fuente: Milenio