FOTO: Noticieros Televisa

No a la insidia ni a la acusación malsana 

Tampoco se trata ahora de hacernos pedazos, ni de desviar la atención de lo importante ni de sembrar dudas y mala vibra. Nomás eso nos faltaba.

El desenlace del caso ‘Frida Sofía’ fue inesperado y sorpresivo para todos; resulta obvio que todos nos equivocamos; que hubo fallas de origen que hicieron creer y afirmar que había niños entre los escombros del colapsado colegio Enrique Rébsamen, y que la información que circuló a través de todos los medios -¡todos!- resultó falsa: la niña nunca existió, como tampoco el resto de los pequeños que se dijo estaban con ella.

La verdad: ¡qué bueno que no hubo niños ahí atrapados ni más muertes! Eso hay que celebrarlo. Punto. Hasta ahí. Por supuesto que habrá que revisar qué falló y determinar dónde estuvo el origen de la confusión…

Pero de ahí a rasgarnos las vestiduras; instalarse desde algunos sectores y medios en el papel de jueces de lo correcto, y acusar sin pruebas que se trató de un caso de mala fe y una invención con dolo, resulta a todas luces una afirmación malsana.

La Secretaría de Marina-Armada de México, cuyos altos funcionarios fueron partícipes del enredo que conmocionó a todo el país, ya ofreció disculpas “al pueblo de México” y trato de ubicar el origen del problema. Demasiado pronto para saberlo con precisión. Habrá que esperar.

Entre tanto, quedémonos con lo que vale la pena de esta historia. Fuera de cursilerías, lo que durante dos días se observó en el colegio Rébsamen de la Ciudad de México fue la suma de cientos de manos, esfuerzos y voces en un sólo objetivo: salvar la vida de una niña que se creyó con vida atrapada entre toneladas de cemento y varilla.

Quedémonos con la sensación de que la búsqueda de ‘Frida Sofía’ fue un magnífico ejemplo -en tanto no fue actuado- de lucha por la vida, esperanza, valentía, organización y solidaridad de los mexicanos.

¡Todo eso sí fue real! Y es tan comprobable que se observan por los otros puntos de la capital también colapsados por el sismo de 7.1 grados, así como en Chiapas, Oaxaca, Morelos, Puebla, Estado de México…. y en general todo el país, donde la gente se organiza y suma para ayudar.

No nos hagamos pedazos, pues. Y si queremos que de la tragedia asome un mejor país, como ha ocurrido antes, concentremos nuestra atención en lo importante.

No en la acusación malsana ni mucho menos la insidia que divide y confronta. Nomás eso nos faltaba.

Aquí se queda… ¡aquí entre nos!

 

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