Washington, EU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negociaba la construcción de “una enorme Trump Tower en Moscú” cuando ya era candidato a la Casa Blanca, informó hoy el diario The Washington Post.

El rotativo, que cita como fuentes a personas familiarizadas con la propuesta y registros revisados por los abogados de la empresa de Trump, aseguró que dichas negociaciones se llevaron a cabo a finales de 2015 y principios de 2016, después de que Trump anunciase oficialmente su candidatura a la presidencia el 15 de junio de 2015.

Como parte de las discusiones, según el diario, el promotor inmobiliario de origen ruso Felix Sater instó a Trump a viajar a Moscú para promocionar la propuesta y sugirió que podría hacer que el presidente ruso, Vladimir Putin, dijera “grandes cosas” sobre él. Trump no llegó a viajar a Rusia.

Sater, nacido en la Unión Soviética y criado en Nueva York desde los ocho años, dijo en un correo electrónico fechado en noviembre de 2015 que pronto estarían celebrando el logro de ese negocio en Moscú y la elección de Trump como presidente.

El Post asegura que finalmente el proyecto se abandonó debido a que los inversores carecían de los terrenos y permisos para proceder, aunque llegaron a firmar una carta de intenciones con la empresa inmobiliaria de Trump.

Sater, a quien los medios estadounidenses atribuyen una vieja relación empresarial con Trump, fue condenado a prisión en 1990 por fraude y ocho años después fue acusado de conspirar con la mafia para blanquear dinero y defraudar a unos inversores.

En declaraciones al diario The New York Times, Trump se mostró sorprendido de que Sater hubiera sido condenado por fraude.

Además, en julio de 2016, cuatro meses antes de las elecciones, Trump negó tener conexiones comerciales con Rusia con un tuit: “Para que conste, tengo cero inversiones en Rusia”.

The Washington Post destacó que estos documentos, que muestran que Trump perseguía activamente intereses comerciales en Rusia al tiempo que hacía campaña para ser presidente de EU, un puesto desde el que determinaría las relaciones con esa potencia, serán entregados próximamente a los investigadores del Congreso.

El Congreso de Estados Unidos y un fiscal nombrado especialmente para esta tarea investigan las presuntas maniobras de Moscú para intentar influir en las elecciones estadounidenses de 2016 y si la campaña electoral del republicano Trump estuvo confabulada con el Kremlin para perjudicar a su rival demócrata, Hillary Clinton.

Fuente: Excélsior

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