Morelia, Michoacán.- Los tiempos compartidos y certificados vacacionales son un foco rojo en cuanto al número de quejas y denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (Profeco).

En lo que va de 2017 se han originado 67 quejas contra agencias de viajes; 49 de ellas por la contratación de tiempos compartidos y certificados vacacionales, informó la jefa del Departamento de Servicios, Blanca Hernández García. En 2016 hubo 135 quejas contra agencias de viajes, acaparando 108 quejas los llamados tiempos compartidos.

Así el 73 por ciento de las quejas contra agencias de viaje en lo que va del año son por este tema, y durante 2016 fueron 80% del total de reclamaciones.

Detalló la funcionaria que actualmente en Profeco opera el Programa Vacacional Turístico, que arrancó el 14 de julio y terminará el 21 de agosto, en el que se verifica que los proveedores de productos y servicios de este ramo no violen la Ley Federal de Protección al Consumidor.

Sin embargo enfatizó que la mayoría de estas quejas se dan por una práctica poco ética de los proveedores y porque los consumidores no leen sus contratos, pues al dirimir las quejas en este rubro, en 99 por ciento de los casos lo que se firmó no concuerda con lo que verbalmente se ofreció, y ahí Profeco no puede hacer nada.

Este tipo de servicios se ofrece regularmente en los destinos de playa, y la mayor cantidad de quejas se debe a compras de tiempo compartido realizadas en Cancún, Puerto Vallarta y en menor medida la Ciudad de México. Las mermas económicas para los consumidores que caen en esta práctica van desde los 4 mil hasta los 200 mil pesos, que usualmente son cargados a tarjetas de crédito.

La funcionaria de Profeco insistió en que hay que leer bien la letra pequeña, pues al final el consumidor se encuentra con que las reservaciones se tienen que hacer con un año de anticipación, se cobra mantenimiento se utilice o no, se realiza un cobro extra por el “todo incluido”, o nunca hay espacio.

“Es algo con lo que el proveedor va jugando. Nosotros estamos trabajando para que entren en regla. Necesitamos tener contrato de adhesión. De 100 quejas, 95 son porque no se leyó el contrato. Los principales proveedores de este tipo de servicios están en Cancún o Puerto Vallarta, y algunos en la Ciudad de México.

“Los tiempos compartidos están obligados a tener un contrato de adhesión registrado. Sabemos que ha sido un tema recurrente de afectaciones a derechos al consumidor. Se tiene pláticas con ellos pero creo es importante que nosotros (los clientes) leamos el contrato, y si nos damos cuenta que no es lo que nos ofrecen, pedir que se incluya”, detalló Blanca Hernández.

Exhortó la funcionaria a verificar que en el aviso de privacidad venga una razón social, un domicilio y un teléfono, al que recomendó hablar para cerciorarse que efectivamente exista la empresa. También sugirió verificar el Buró Comercial en la página de Profeco para revisar si la empresa con la que estamos contratando un servicio tiene un historial de quejas.

A partir de la firma del contrato se tiene cinco días para para asistir a Profeco y tratar de lograr la rescisión. Muchas veces se presenta dificultad para encontrar a los proveedores pues no se tiene ni el domicilio ni la razón social.

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