“En México, un método sustentable parecido en cuanto a la elaboración de bebidas fermentadas es el procedimiento del pulque”, destacó Zavala Castillo, asesor del creador de la bebida, Jesús Michel Hernández.
“Sin embargo, es un método que no está tecnificado, salvo algunas pocas empresas que han logrado un producto comercializable e incluso lo han exportado”, comentó Sergio Zavala, en entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El ingeniero biotecnólogo agregó que en un inicio, el objetivo del proyecto era desarrollar una variante del pulque en condiciones controladas, así como lograr una disminución en su viscosidad.
“Logramos reducir la viscosidad del producto, es más baja que el aguamiel original, pero que no es pulque y podemos considerarla una bebida nueva, puesto que no existe en el estado del arte otra equiparable. Es una bebida similar al vino blanco de mesa”, dijo.
Por su parte, el ingeniero Michel Hernández refirió para la creación de esta bebida usó aguamiel de agave verde o manso y abundó que el consumo moderado del producto tiene beneficios para el organismo, por sus propiedades prebióticas y antioxidantes.
“Esta nueva bebida fermentada tiene un sabor muy similar al vino blanco y a la sidra en cuanto a las notas ácidas y afrutadas. Este tipo de investigaciones da un valor agregado a las plantas mexicanas y ofrece alternativas para su máximo aprovechamiento”, expuso.
En los próximos días, el equipo de investigación definirá cuáles serán las propiedades antioxidantes, nutricionales, (proteínas, vitamina C, calcio, sodio, hierro y potasio), así como prebióticas, que brinda la bebida.