José Cacho
Morelia, Michoacán.- Dueños del bar gay “Ni Santa ni Diabla”, reprocharon nuevamente al Ayuntamiento de Morelia el cierre del establecimiento, que ordenó la directora de Inspección y Vigilancia, Maricruz Ontiveros, y dijeron abiertamente que se trata de un caso de homofobia hacia la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual e intersexual (LGBTI) que asiste al comercio.
Mediante un comunicado, los representantes legales del establecimiento contradijeron al alcalde Alfonso Martínez Alcázar, quien dijo días atrás que el cierre del bar fue porque no cumplía con los lineamientos del reglamento para la operación de comercios, y dijeron cumplen con la normatividad vigente.
Denunciaron, otra vez, que la clausura del establecimiento fue por la actitud homofóbica de la directora de Inspección y Vigilancia, a quien acusan de discriminar a las personas que acostumbran visitar ese lugar, a quienes la funcionaría municipal catalogó despectivamente de “putos, jotos, vestidas y showceras”.
Tanto la representación legal como el propietario del establecimiento condenaron la actitud pasiva y cerrazón del Cabildo de Morelia para que se resuelva este conflicto, pues aseguran que han acudido a la autoridad municipal para que levante la sanción, pero la respuesta ha sido negativa.