En el caso del secuestro y homicidio de Salvador Adame Pardo la línea de investigación más sólida apunta a que no se trató de un crimen relacionado con su actividad como periodista concesionario del canal TV6 de Nueva Italia, en el municipio de Múgica.
Las líneas de investigación aún no son concluyentes, pero de acuerdo a lo que ha determinado la Procuraduría General de Justicia de Michoacán, el móvil del crimen estaría más cercano a rencillas personales de Adame Pardo relacionadas con otras actividades ajenas a la información.
Importantes avances hubo en las pesquisas a raíz de la detención, la semana pasada de dos jefes de una de las células delictivas que operan en la entidad: Ignacio Andrade Rentería “El Cenizo”, y Daniel Rubio Ruiz, “El Cabezas”.
De acuerdo con la información que se dispone del caso, fue el segundo, quien con sus declaraciones, aportó más y mayores elementos para avanzar en la indagatoria y localizar los restos del director de TV6, a poco más de un mes de su secuestro a manos de un grupo armado.
Las pesquisas para el esclarecimiento del crimen y la detención de sus autores materiales e intelectuales, camina a pasos firmes -dicen en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE)-, en tanto que los elementos de prueba acreditados hasta ahora no establecen ninguna vinculación entre el secuestro y homicidio y el trabajo como informador que realizaba Salvador Adame.
Desde el 18 de mayo pasado -día en que se reportó la desaparición forzada de Adame- las primeras declaraciones de los familiares del concesionario orientaron los posibles móviles hacia campos “muy lejanos” al de alguna investigación periodística. A los pocos días se descartó también el delito de secuestro como tal.
Que se aclaren los hechos, independientemente del móvil, fue la consigna de los investigadores de la PGJE. Y se les advirtió que a pesar de la “presión social” que habría por el caso, más importante aún era determinar las causas del delito y dar con los responsables.
Se dice que del mismo procurador Martín Godoy Castro salió la orden: se trata de aclarar un crimen y capturar a los responsables… No de etiquetarlo.
Aquella misma “presión social” los obligaba así.
Aquí se queda… ¡aquí entre nos!
