Ciudad de México.- Aunque el sueco Ruben Östlund, cineasta antropólogo, finja ser tímido bajo su mechón de pelo rebelde, llegó a Cannes para ganar la Palma de Oro y así lo hizo ayer.

Famoso por su humor mordaz, regresó al festival con The Square, un drama satírico, tres años después de darse a conocer con Turist, recompensada con el premio del jurado en 2014, en la categoría Una Cierta Mirada, informó Milenio.

Esa tragicomedia que se burla de la imagen de la familia moderna le abrió las puertas de la industria cinematográfica estadunidense.

La Fox compró los derechos para hacer una adaptación, un proyecto al que no está vinculado el sueco.

Para Östlund, ni hablar de hacer las maletas. No quiere hacer grandes producciones en Hollywood ni frecuentar a la flor y nata del cine estadunidense: “Es muy interesante esa voluntad de acercarse a las estrellas”, pero “a mí me parece totalmente aburrido”, declaró a la revista sueca Café en 2015.

Hace 43 años nació en Gotemburgo, una ciudad en la que estudió dirección cinematográfica, en la que sigue viviendo y donde rodó una parte de The Square, su quinto largometraje, el primero en inglés.

Para esta película ambiciosa se rodeó de un reparto internacional: la estadunidense Elisabeth Moss (Mad Men, Top of the Lake), el británico Dominic West (The Wire, The Affair) y el danés Claes Bang.

En este filme, según él, el “mejor” de los suyos, Östlund explora las reacciones del mundo del arte y de los medios tras la inauguración de una exposición que consiste en instalar “un cuadrado de confianza” en un museo.

La ironía y la crítica social a través de la comedia propuesta por el sueco Ruben Östlund convenció al jurado presidido por Pedro Almodóvar, que compuso un palmarés lleno de mujeres.

Porque además de Sofia Coppola, recibieron premios la británica Lynne Ramsay, directora de You Were Never Really Here, a Mejor Guion —Compartido con el griego Yorgos Lanthimos—; la alemana Diane Kruger, Mejor Actriz por In the fade, y Nicole Kidman, Premio Especial de la 70 edición de Cannes, que ayer culminó luego de 11 días de exhibiciones y proyecciones con lo mejor del séptimo arte.

Sofia Coppola seduce a Cannes

Cualquiera podría caer en la tentación de decir que Sofia Coppola debe su éxito a su padre, pero su triunfo en el festival de Cannes consolida su posición como una importante directora por mérito propio.

La cinta es una adaptación de la novela de Thomas Cullinan A Painted Devil, que en 1971 fue llevada a la gran pantalla, entonces protagonizada por Clint Eastwood.

La seducción (The Beguiled) cuenta la historia de un soldado de la Unión herido, interpretado por Colin Farrell, que llega a un internado de niñas en la Virgina de 1864 en plena guerra civil (de Secesión).

Él intenta seducir a varias mujeres solitarias, encarnadas por Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning, pero al final terminan enfrentándolo.

Es la quinta producción de Coppola, cuyo primer filme Las vírgenes suicidas, se estrenó precisamente en Cannes, en 1999.

Almodóvar

Pedro Almodóvar se emocionó con la cinta 120 pulsaciones por minuto, casi al borde de las lágrimas.

El director español, presidente del jurado del Festival de Cannes, habló sobre la cinta que aborda el trabajo de una asociación que lucha contra la epidemia del sida.

“Me encantó, no pudo gustarme más, me emociono desde el principio hasta el final, y después del final”.

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